La FERE acusa al CEU de “rigidez mental” contra la asignatura
División en la escuela católica, ¿sí o no? La balanza se inclina hacia la afirmación, puesto que hasta en este debate discrepan las organizaciones. Mientras la Fundación San Pablo-CEU negó ayer esta posibilidad, la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE) habló de "elementos que rompen la unidad".
La Fundación CEU, defensora de la objeción de conciencia frente a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, confirmó ayer dar un paso para desvincularse de FERE. Debido a sus discrepancias acerca de la nueva asignatura, optó por que su colegio Jesús María, en Alicante, deje de estar integrado en esta patronal, en línea con lo que ya anunció el lunes. Y decidió que sus siete centros entren a formar parte de la Confederación Española de Centros de Enseñanza.
La FERE vio este "chiste o montaje" -según lo calificó su secretario general, Manuel de Castro- como la "mejor manera de dividir a la escuela católica". De Castro criticó que el CEU tomara esta decisión sin comunicarlo o negociarlo con FERE. También denunció la "rigidez mental" del sector que alienta a la objeción, al creer que la única estrategia aceptable es la suya y no prestarse al diálogo. "Son ellos los que están rompiendo la unidad",
afirmó De Castro.
Por contra, el presidente de la Fundación San Pablo-CEU, Alfredo Dagnino, considera que se trata de "enfoques diversos" que no afectan al fondo, sino a la forma. "No hay
división", dijo.
Acorde con el ideario católico
Cada uno defendió su estrategia. De Castro abogó por cumplir la Ley Orgánica de Educación (LOE), impartiendo la materia acorde con el carácter católico. Como ejemplo de esta opción, puso las distintas versiones de libros de texto que han hecho las editoriales. A su juicio, la objeción de conciencia no tiene razón de ser y su tramitación compete a la Administración. En todo caso, estos religiosos se sienten respaldados por la Conferencia Episcopal.
Tras mostrar "respeto" por la posición de la FERE, Dagnino calificó de "planteamiento falaz" escudarse en una carta privada del Ministerio de Educación para argumentar que la materia se puede adaptar al ideario católico. A su juicio, "no es susceptible de adaptación" porque el decreto que la desarrolla no lo permite.