El prelado se gastó en obras 10.042.000 de euros, según estimaciones prudentes. García Aracil remodeló seis edificios y le deja a su sucesor tres viviendas
Mañana hace su entrada en la archidiócesis de Mérida-Badajoz monseñor Celso Morga, arzobispo-coadjutor de la misma, con derecho a sucesión. En medio de la vorágine mediática que señala al todavía titular, Santiago García Aracil, al que llaman ya "el arzobispo del lujo español". De hecho, el nuevo prelado va a poder disponer de tres viviendas y varios edificios completamente remodelados. Con un coste de varios millones de euros, gracias al arzobispo constructor.
Aunque el cabildo cierre filas con Aracil en un comunicado público, los curas firmantes de la carta sobre el despilfarro enviada al Nuncio, Renzo Fratini, se ratifican en su denuncia y aportan más datos incontrovertibles.
Por ejemplo, aseguran que el nuevo arzobispo va a poder elegir "entre tres viviendas de lujo": un apartamento en el Seminario; un piso de más de 500 metros cuadrados, disponible cuando lo desaloje Don Santiago en el edificio de la calle Obispo San Juan de Ribera; y la tercera planta del edificio del arzobispado, en la misma calle, esquina con Plaza de Espan?a.Sin contar, la residencia que también posee en Mérida.
De hecho, el arzobispo-coadjutor se va a ver entre la espada y la pared: Tendrá que aceptar alguna de las lujosas residencias que le ha preparado García Aracil, aunque sea a regañadientes. Porque no hacerlo, sería tanto como desautorizarle públicamente y decantarse por los curas denunciantes. Monseñor Morga se va a encontrar en medio de la polémica, sin comerlo ni beberlo, y sin capacidad de maniobra real.
Y es que la archidiócesis regida por García Aracil cuenta con los siguientes edificios:
–Casa de la Iglesia, en la calle Ramón Albarrán, a unos 100 metros de la catedral y del arzobispado.
Fue donada a la diócesis para este uso por Pepe Reyes, un gitano de Badajoz, que luchó mucho por la dignidad de este colectivo. Cuando llegó Don Santiago a la archidiócesis, para suceder a monseñor Montero, decidió desmantelar este edificio de tres plantas, en que se impartían las clases del Instituto de Ciencias Religiosas, amén de albergar distintas delegaciones, como pastoral universitaria y apostolado seglar, entre otras, y algunos movimientos, como Adoración nocturna. La familia del donante se mostró muy dolida con la decisión del nuevo arzobispo.
–Nuevo arzobispado. Inaugurado en 2001 por Antonio Montero en la antigua Casa del Cordón. En la planta baja alberga recepción, tribunal metropolitano, notaría y delegación de Misiones. En la primera planta, despachos del arzobispo, de su secretario particular, y del vicario general; administración, secretaría general-cancillería y vicarías episcopales.
En la segunda planta, delegaciones, medios de comunicación, radio, los estudios de popular TV. encuadernación y reprografía. Y el sótano, con garaje para tres vehículos, archivos, biblioteca, almacén y archivo secreto.
–Antiguo arzobispado: Edificio de 5 plantas de la obra pía Marín de Rodezno. Con la planta baja destinada a oficinas de la Curia, tribunal judicial y administración diocesana. Rehabilitada por Don Santiago para los archivos eclesiásticos, contra el sentir de investigadores y cronistas, de tal forma que tuvo que intervenir la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. El importe de dicha obra se estima en 1 millón de euros, aunque nunca se sabrá con exactitud, porque no salió a concurso ni se aprobó.
En la planta primera, se encuentra la vivienda de monseñor García Aracil, de más de 500 m2 de superficie, hidromasaje, jacuzzi y toda clase de comodidades. Se hizo una entrada independiente del resto de viviendas e independizó el garaje para uso exclusivo. La segunda, tercera y cuarta planta están destinadas a viviendas de los canónigos.
–Casa y residencia diocesana: Edificio conocido como casa de los curas, en la Avda. Antonio Masa Campos. Se trata de tres edificios anexos. Uno, para residencia de sacerdotes. Otro de pisos independientes, donde viven sacerdotes. Y el tercero de pisos en alquiler para laicos.
–Seminario y nueva casa de la Iglesia: García Aracil reforma las antiguas dependencias del seminario mayor y construye la casa de la Iglesia, San Juan de Ribera. Con un coste de 1.694.000 euros. Además, el arzobispo desmantela la segunda planta del nuevo arzobispado, que traslada a la nueva Casa de la iglesia junto con la de Calle Ramón Albarrán y las instalaciones de Cáritas, para construir su propia vivienda arzobispal.
Desde entonces, la segunda planta del arzobispado, las dependencias de Cáritas y la casa de la Iglesia de la Calle Ramón Albarrán, donada por la familia Pepe Reyes, se quedan sin uso, con gran enojo y disgusto de los donantes.
También reforma toda el ala izquierda del seminario, amplía las dependencias y crea habitaciones más amplias, a pesar de que desde hace an?os no entra ningún joven. En estos momentos, sólo hay tres seminaristas en segundo curso y uno en cuarto.
Allí construyó unas 40 habitaciones y tres apartamentos, uno de ellos destinado a vivienda del nuevo arzobispo. De hecho, será donde resida, de entrada, Celso Morga.
La obra se presupuestó en 1.848.000 euros, pero se sabe que la construcción de los apartamentos no formaban parte de dicho montante. "Se desconoce el valor final de dicha obra, aunque se estima que sobrepasó el presupuesto inicial en un millón de euros", explican los curas.
Además, García Aracil se empeñó en tener una gran biblioteca "digna", situada en el ala derecha del seminario. Con un presupuesto de 1.5 millones de euros, reconocido por el propio arquitecto, es la obra actual que se está llevando a cabo en el edificio del seminario.
Para ubicar los libros, se utilizó la planta baja de la nueva casa de la iglesia, que se encuentra en el ala izquierda del seminario. Para esta obra se amplió el presupuesto a unos 3 millones, pues el nuevo sistema de almacenaje es de tal peso, que no podría ser soportado por las vigas antiguas. Por tanto, se decide vaciar todo el edifico, manteniendo sólo la estructura, que a su vez es reforzada, y se colocan nuevas vigas y distribución de peso hacia los laterales. Con unos armarios verticales, corredizos, que pesan muchísimo.
Además, monseñor Aracil realizó obras en su despacho, separándolo del resto, construyendo al lado los archivos secretos y remodeló el despacho del vicario general, ampliándolo, y "dándole más dignidad, como suele decir, confundiendo digno con caro".
Ésta es, según los curas denunciantes, "la situación real, contraria a las versiones dadas en los comunicados enviados a los medios, trufados de medias verdades para justificar lo injustificable". Y concluyen asegurando que monseñor García Aracil es "el obispo del lujo y del despilfarro, duen?o y no administrador, obsesionado por edificios de lujo innecesarios con desprecio de los ya existentes. Muy lejos de sus diocesanos, ignora su realidad de pobreza y dispone a su antojo de los dineros de la diócesis".
Así de claros y tajantes se muestran los curas que escribieron al Nuncio, que siguen teniendo miedo a represalias. De hecho, dicen que la "búsqueda de los firmantes está al rojo vivo".
En este sentido, los firmantes se muestran muy dolidos con los vicarios y con el propio Nuncio. A los primeros los acusan de "chivatos de sus propios compañeros sacerdotes". Y del Nuncio, Renzo Fratini, sospechan (aunque, por ahora, no tienen pruebas) que haya podido filtrar a monseñor Aracil al menos una carta firmada, de las que recibió en secreto. Por eso, piden al representante papal que, si no fue él el que reenvió la carta al arzobispo, lo diga públicamente. De lo contrario, su actuación se vería empañada por la sombra de la sospecha.
Conscientes de que tendrán que hacer frente en solitario a la 'caza de brujas' de su arzobispo, algunos de los curas firmantes concluyen resignados: "Nadie sabe cómo puede acabar esto tras la salida de Don Santiago, pero, desde luego, las heridas están abiertas".
Informe del vicario sobre algunas de las partidas:
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