Las Misioneras de la Caridad están cerrando sus orfanatos, dicen, por motivos de conciencia. La orden fundada por la madre Teresa de Calcuta ya ha suspendido las adopciones que llevaba a cabo en una quincena de centros en India. El motivo es su disconformidad con la informatización y centralización de las solicitudes de adopción, que quita a los orfanatos la potestad de escoger a los padres, para dársela al Gobierno central. El cierre en banda de las hermanas se debe a que con el nuevo sistema on line –que pretende quintuplicar el irrisorio número de adopciones legales– los huérfanos bajo su protección podrían ser adoptados «por mujeres solteras«. Al parecer, la negativa de las misioneras a dar un menor en adopción a una mujer que reunía todas las condiciones legales habría llevado a Nueva Delhi a recordar a la organización católica su obligación de ceñirse a las leyes indias. La respuesta de las Misioneras de la Caridad ha sido contundente: las adopciones están paralizadas desde agosto y el cierre de trece de sus orfanatos ya ha sido comunicado.
La jefa de gobierno de Bengala Occidental, Mamata Banerjee, ha defendido desde Calcuta el derecho de las Misioneras de la Caridad a actuar de acuerdo con sus convicciones. Sin embargo, la ministra de la Mujer y de Desarrollo Infantil, Maneka Gandhi, ha lamentado su cerrazón. «Son buena gente, con una obra valiosa, y estamos intentando convencerlas. Pero si no quieren formar parte de un plan nacional uniforme y laico, les suspenderemos la licencia de adopciones». La ministra ha reconocido luego que las hermanas ya habrían escrito pidiendo dar de baja a varios orfanatos, hasta ahora reconocidos por la Autoridad Central de Recursos de Adopción (CARA, en inglés). «Creemos que los niños necesitan un padre y una madre y nuestras reglas sólo nos permiten dar en adopción a parejas casadas», concluye la hermana Amala, desde el orfanato en Delhi de las misioneras.