En dos años, el municipio apenas registra una celebración, que tendrá lugar el próximo 28 de mayo, mientras que en 2022 ningún niño ni niña quiso dar ese paso
Una comunión en dos años. Ese es el escaso bagaje que registra Benifairó de la Valldigna y que demuestra la diferente forma en la que actualmente se vive la religión en los pueblos. Hasta ahora, había un domingo de mayo en el que la localidad se convertía en una fiesta, las familias pasaban meses preparando la celebración de la que disfrutaban los niños y las niñas que en ese ejercicio cumplían 9 años. Se abrían de par en par las puertas de las casas a sus invitados para mostrar los regalos y trajes que con ilusión portaban los ‘comuniantes’ y la banda de música recorría las calles de la localidad acompañando a los y las protagonistsa.