Comentarios del Observatorio
Esta no tendría objeción alguna por parte del movimiento laicista si no fuese por la financiación pública de todas estas actividades, tanto el evento noticiado como las entidades religiosas y sus actividades, al menos en el caso español.
Música, danza y testimonios se dan la mano en el acto inaugural del encuentro ante representantes de hermandades de diferentes países
La majestuosa basílica de San Juan de Letrán -la catedral de la diócesis de Roma- acogió en la tarde de este viernes el acto oficial de inicio de Jubileo de las Cofradías que se celebrará durante este fin de semana. Una puesta de largo donde las cofradías, hermandades y confraternidades de diferentes países del mundo han reivindicado su papel evangelizador.
«A través de las procesiones, de nuestras imágenes, las cofradías tienen una misión en nuestra Iglesia, la tarea de evangelizar. Se convierten en medio para llegar a Dios. Son, sin duda, las asociaciones de la Iglesia mejor preparadas para cumplir lo que nos dictaba el Papa Francisco, cuando nos animaba a que abriésemos las puertas de las iglesias para salir a las calles y a las plazas», afirmó durante su intervención la malagueña Paloma Saborido, la coordinadora de la Gran Procesión que este sábado protagonizarán la Virgen de la Esperanza de Málaga y el Cristo de la Expiración (El Cachorro) de Sevilla.
Saborido recalcó que las cofradías han sido «la vía, la fuente, el medio y en definitiva la única tradición del pueblo, sin distinción de clases, de edad ni sexo que han sobrevivido al paso del tiempo» y subrayó que las hermandades procesionan a sus imágenes para «dar sentido a la pasión del Salvador». «Ésta es la fuerza de la religiosidad popular que en este Jubileo de las Cofradías celebramos juntos, sin distinción de países ni lugares, en fraternidad», apostilló.
Una palabras que resonaron en un templo lleno de fieles llegados de diferentes rincones del mundo y que permitió contemplar la rica y variada manera en forma de hábitos, estandartes o medallas que los cofrades viven su fe en lugares como Portugal, España, Malta, Polonia, Italia o Sudamérica.
Fue durante un acto donde cobraron gran protagonismo la música, a través del coro de la diócesis de Roma bajo la dirección de Marco Frisina que interpretó el Himno del Jubileo o de las voces de Michele Vila y la malagueña Diana Navarro -que emocionó con un soberbio Ave María acompañada de las notas de un órgano-; las danzas que diferentes grupos de jóvenes interpretaron con júbilo ante el altar mayor; y los testimonios de religiosos, artistas y deportistas.
Fue el pistoletazo de salida de un encuentro mundial que este sábado vivirá su momento más esperado con el desfile por el entorno del Coliseo y el Circo Máximo de la Virgen de la Esperanza y el Cristo del Cachorro en la Gran Procesión, evento patrocinado por la Fundación Unicaja.