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Las cofradías de El Puerto (Cádiz) amenazan con suspender las procesiones de la Semana Santa si no tienen la misma financiación que el carnaval

Dicen sufrir “agravio comparativo” con respecto al Carnaval, mientras el alcalde confía en reconducir el conflicto y asegurar las procesiones

Era tan solo una reunión rutinaria para las cofradías de El Puerto de Santa María. La Semana Santa está cerca y, este martes 6 de marzo, había trámites por dilucidar, como las invitaciones para el próximo pregón de la celebración. Pero resultó que el Ayuntamiento gaditano ni siquiera las había impreso aún. “Fue la gota que colmó el vaso. Se lió porque la gente está muy caliente”, reconoce José Manuel Castilla, presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías. Y ni dos días han necesitado para convertir el enfado en una advertencia de plante: las corporaciones portuenses han amenazado con suspender tanto el pregón como la totalidad de las procesiones de esta Semana Santa.

Por unanimidad, las 14 hermandades que integran el organismo cofrade -de ellas, 11 son las que deben procesionar del 25 de marzo al 1 de abril- han decidido transmitir su órdago en un comunicado, fechado este 8 de marzo. “Se ha planteado la posibilidad, de que si en el breve espacio de tiempo que resta hasta la llegada del próximo Domingo de Ramos de 2018, no se plasma un cambio real en las obligaciones ya consensuadas con las Autoridades Municipales (…), sean suspendidos en su totalidad los distintos desfiles procesionales”. El alcalde de la localidad, David de la Encina (PSOE), ya ha respondido a la advertencia y este viernes se ha sentado con Castilla con la esperanza de reconducir la situación. “Nos hemos reunido y le he transmitido mi disposición a tomar en consideración sus reivindicaciones”, puntualiza el regidor.

En dicho encuentro, el presidente de las cofradías ha trasladado al Ayuntamiento de viva voz lo que, por escrito, han dejado plasmado en un comunicado de cuatro páginas. En él, explican que se han plantado “ante la penuria económica que sufren muchas de las hermandades y ante la desgana que sienten ante su actividad todo el colectivo cofradiero; ante las muchas trabas que se le ponen”. Tampoco tienen claro que puedan contar “con la mínima seguridad de que se hace todo lo que se debe hacer” para que que las procesiones salgan a la calle con el lucimiento que esperan.

De entrada, Castilla detalla que el problema fundamental radica en el “agravio comparativo” que las cofradías creen que existe en los recursos económicos que el Ayuntamiento destina a su celebración religiosa. Las hermandades se quejan de que el Consistorio destina “un montante económico mucho menor para la Semana Santa, que para el resto de fiestas”. Concretamente, la ciudad inyecta a las corporaciones un total de 9.700 euros en una subvención: 400 euros para cada hermandad, 2.500 euros al Consejo y 1.600 euros más para los ganadores del concurso del cartel de la Semana Santa.

Las hermandades critican que el total de su asignación solo es el 64,24% del que recibe el Carnaval (15.100 euros) “solo en premios para distintos concursos”. Sin embargo, De la Encina explica que el matiz se encuentra en la naturaleza de los propios eventos: “A diferencia de la Navidad, el Carnaval o la Feria, la Semana Santa es un evento que parte de entidades privadas, no del propio Ayuntamiento. Eso explica que su partida sea menor que las de otras fiestas”. En cualquier caso, el regidor añade que las procesiones reciben más aportaciones de lo que los cofrades creen: “Por ello, vamos a sacar una estadística en la que se desglosen, tanto aportaciones dinerarias como en servicios que ponemos a su disposición”.

Retrasos en la subvención

A este descontento, las cofradías añaden que todavía hay partidas, desde 2016, que “aún no se han cobrado”. Se refieren tanto al montante que reciben los ganadores del concurso del cartel, como a la cantidad que recibe el Consejo. La entidad “ha llegado a una situación de asfixia económica que le está llevando a plantearse suspender la celebración del pregón de la Semana Santa”, apostillan en el comunicado. “Creo que esto pasa porque cualquier asociación monta un cisco si no cobra y nosotros seguimos celebrado la Semana Santa sí o sí”, reconoce el presidente.

Y para esta queja el alcalde da otra respuesta. Reconoce que, desde el anterior mandato del PP, las cuentas municipales siguen intervenidas por el Ministerio de Hacienda y que, a su vez, están sujetas a un severo plan de ajuste. “Tampoco tenemos una ordenanza de subvenciones, eso resta agilidad a los pagos a todas las asociaciones. Por esto estamos ya trabajando en una para estandarizar el proceso. Entiendo que a la parte sufridora la burocracia le dé igual, pero en este caso, antes de saltar la polémica ya habíamos ordenado el pago de algunas subvenciones que se le deben a las hermandades”, matiza el alcalde.

Castilla deja claro que, aunque hayan explotado ahora, su descontento “lleva más años que este Equipo de Gobierno y no responde a cuestión política alguna”. También que va más allá de lo económico: “Lo notamos en muchos detalles, como en el corte de calles o aspectos de organización”. De hecho, los cofrades se quejan que a 18 días del inicio de la Semana Santa “ni tan siquiera” se ha impreso el cartel anunciador ni las invitaciones al pregón de la fiesta. Todo ello cuando, según defienden, son el “mayor colectivo asociativo” de la ciudad, al contar “con más de diez mil personas, sin sumar simpatizantes y allegados”.

Las cartas de unos y otros ya están sobre la mesa, tras la primera reunión de este viernes. “Tengo absoluta confianza de que habrá Semana Santa. Tomamos en consideración sus reivindicaciones en el sentido de mejorar”, reconoce De la Encina. Castilla también valora el tono y el buen entendimiento “pero ahora debe pasar de las palabras y convertirse en hechos”. Por ello, mantienen su amenaza en pie hasta que no vean “un cambio de actitud”. Eso pasa por atender unas demandas que se engloban en que se apoye la celebración de la fiesta “con la dedicación que merece, a tenor de los beneficios que acarrea a la ciudad”.

Y ponen una fecha de tope: el próximo Domingo de Ramos. Para el 25 de marzo, los cofrades esperan que el Ayuntamiento se comprometa a acabar con el agravio que ellos creen que existe, aunque Castilla prefiere no concretar qué actos tienen que producirse para entonces: “No es algo concreto, necesitamos ver un gesto para decir adelante. Si no llega, nos reuniríamos de nuevo para ya ver qué acciones hacer, incluida la decisión de suspender las salidas procesionales”.

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