La reciente sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que equipara las bodas gitanas a las del resto de procedimientos a efectos de derechos civiles, sienta ya jurisprudencia para casos de naturaleza similar en el futuro.
Además, en el fallo el Tribunal explica que el Estado español tiene acuerdos firmados con la mayoría de confesiones religiosas por los que, de manera automática, las bodas que se realizan por esos ritos generan inmediatamente derechos civiles al entenderse como una manifestación de consentimiento para casarse, como le va a ocurrir a partir de ahora a los matrimonios que se celebren por el rito gitano. El Gobierno ha firmado acuerdos de cooperación en esta materia con la Santa Sede, con la Federación evangélica, con la Comisión islámica así como con la Federación judía.