El rito católico sigue en caída libre. Si en 2009 la noticia era que los matrimonios civiles habían alcanzado por primera vez a los católicos, tradicionalmente mayoritarios en España, en 2013 estos últimos se han desplomado hasta los 47.983, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La caída ha sido constante desde el año 2000, cuando la Iglesia alcanzó su máximo histórico, con 163.636 uniones.
Entre 2000 y 2013, el total de oficios practicados (católicos y civiles, juntos) ha descendido un 25%, desde los 216.451 hasta los 155.098. Sin embargo, este argumento no es suficiente para justificar el desplome ya que, en el mismo periodo, los civiles se han duplicado, al pasar de 52.255 a 104.090.
La caída de las uniones católicas se ha producido, además, en un contexto social en el que, durante 10 años, llegaron a España cinco millones de inmigrantes. La mayoría, con una edad comprendida entre los 20 y los 35 años. La procedencia latinoamericana y de raíces católicas fue mayoritaria entre el colectivo de foráneos.
En 2013, la edad media a la que los ciudadanos se casaron mantuvo su tendencia creciente, al situarse en 37,3 años para los varones y 34,1 para las mujeres.
En el 18,1% de los matrimonios celebrados con cónyuges de distinto sexo, al menos uno de ellos era extranjero. El porcentaje se mantuvo respecto al de 2012. Además, del total de matrimonios registrados, un 2,0% correspondieron a parejas del mismo sexo (3.102 matrimonios).
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