Un comunicado de la organización compara a los prelados con la Inquisición y aducen que el apoyo de los obispos a la manifestación que tendrá lugar el día 18 contra la ley que regulará el matrimonio homosexual siembra la discordia entre los españoles.
La nota de la federación arremete contra el «lenguaje soez e insultante», así como contra «el discurso represor y excluyente» de los dirigentes eclesiales. Y es que los representantes del Episcopado se han referido al matrimonio homosexual como «acuñación de moneda falsa» y, según la FELT, han llamado a gais y lesbianas «depravados, moralmente malos, virus para la sociedad e hijos/as de padres borrachos».
Según la FELT, los obispos pretenden «imponer, por la vía de la prohibición, un modelo de familia», algo que va en contra de la diversidad a que aspira la asociación, que apuesta por «un modelo de convivencia de respeto y libertad».
«La actitud mantenida por una parte de la jerarquía católica contra gais y lesbianas hace que se encuentren al mismo nivel que otros fanáticos religiosos que predican la discriminación contra personas en función de su sexo, raza o procedencia», asevera la FELGT.
Esta posición se corresponde con la que mantiene Xente Gai Astur (Xega), cuyo coordinador, José Manuel González, arremetió ayer contra la jerarquía católica «por convocar manifestaciones en contra de los derechos de otro colectivo». Esta actitud, coloca a los obispos «en una época que creíamos superada».
Ataque a la tradición
Por su parte, los obispos continuaron ayer con su andanada contra las uniones de gais y lesbianas y ratificaron su respaldo a la marcha convocada por el Foro Español de la Familia. Así, el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, exhortó a los fieles a que no acepten «pasivamente un ataque tan grave a las tradiciones y formas de vida». En una nueva entrega de 'Cartas desde la fe', Sebastián adujo que la iniciativa del Gobierno alimenta un tipo de uniones poco estables que engendrarán sufrimiento a los propios interesados.
Si se equipara el matrimonio homosexual con el tradicional, la procreación de los hijos dejará de ser un valor esencial, arguye el arzobispo de Pamplona, quien sostiene que el matrimonio estable entre hombre y mujer «es la estructura de primera de sociabilidad humana».
En términos similares se expresó el obispo de Mondoñedo, José Gea Escolano, quien dijo a Radio Lugo que no sólo apoya la movilización contra el matrimonio homosexual, sino que invita a los fieles a participar en ella. «Animo a todos a que se manifiesten para que vean nuestros políticos cómo respira la gente», dijo.
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