Insolvencia económica, dependencia emocional y complicaciones de salud son algunas de las consecuencias de las pseudoterapias.
Cada vez es más frecuente que dediquemos un tiempo de nuestras vacaciones, un fin de semana o algún puente a participar en un retiro, que puede ser de yoga, meditación o un programa para resetear, desestresarse y reconectar con uno mismo. El problema es que, lo que en principio puede parecer la solución a nuestro sufrimiento, puede traernos más, ya que pueden basarse en pseudoterapias sin ninguna base científica que, además de la estabilidad emocional, nos roben el dinero.
¿Por qué nos las creemos?
Este tipo de encuentros suelen celebrarse en entornos naturales, donde la persona que acude siente que puede librarse de toda la mochila que carga tras su espalda para volver a encontrar la paz interior. Pero no siempre es así y se puede finalizar el retiro con más complicaciones, advierten desde el Instituto #SaludsinBulos, que en colaboración con el psicólogo Carlos Sanz Andrea y el investigador de sectas Luis Santamaría del Río han elaborado un informe de las pseudoterapias más dañinas.
“Tenemos tendencia a la conformidad y a creer que lo natural es siempre lo más saludable y de ello se están aprovechando estos grupos de retiros vacacionales. En ellos se practica la devoción a un gurú o naturista, quien genera sospechas hacia la Medicina e impulsa actividades basadas en pseudoterapias muy conocidas”, explica el psicólogo Carlos Sanz Andrea. Algunas de estas terapias seguro que nos suenan: Gestalt, Bioneuroemoción o constelaciones familiares son algunas de ellas.
De hecho, de estas tres, dos son de las más peligrosas que existen, como explica Luis Santamaría del Río, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).
Las 6 pseudoterapias más peligrosas
El informe de #saludsinbulos hace un repaso de las que más daño nos pueden hacer y explica su grado de peligrosidad:
1. Bioneuroemoción
Es la pseudoterapia más presente detrás de los retiros espirituales que se anuncian en redes sociales este verano. Se basa, sin ninguna evidencia científica, en que las enfermedades graves se originarían a partir de un “shock” emocional y que la reacción de, enfermedad sería la “respuesta del cuerpo para sanarse”. Así, casi siempre es posible identificar varios problemas emocionales en la vida de las personas y, si no es así, el participante en bioneuroemoción se encargará de fabricarlo o atribuirlo a su “inconsciente”.
Como explica el informe, creer en esta pseudoterapia implica embarcarse en costosos cursos, ideas de pensamiento mágico, culpabilización, vinculaciones ilusorias, intrusismo profesional, perdida de contacto social y familiar y, finalmente, en los casos más graves colaborar a fallecimientos evitables al tratar de aplicar a otros o autoaplicarse la pseudoterapia en casos en los que existe una cura posible en la Medicina. Su máximo representante en España es el psicólogo catalán Enric Corbera.
2. MMS/CDS o “solución mineral milagrosa”
Difundida principalmente en nuestro país por el agricultor Josep Pámies, se trata de compuestos químicos que pertenecen a la familia de las lejías, son altamente oxidantes y se utilizan para blanquear, desinfectar y eliminar manchas. En los retiros espirituales impulsados por el grupo del agricultor aprovechan para difundir las supuestas bondades de este compuesto, diluido, para curar enfermedades, totalmente falsas.
Se trata de un producto que en puro es 60 veces más tóxico que la lejía del hogar. Por su riesgo solo se utiliza industrialmente, carece de aplicación terapéutica en humanos, cualquier indicación al contrario conlleva o bien ignorancia o bien mala fe.
3. Ayunos (con agua, zumos o caldos)
Se trata de una tendencia bastante polémica, pues algunos estudios, realizados en animales, lo defienden. Sin embargo, es precipitado recomendarlo e irresponsable como práctica general. Puede conllevar riesgo de complicaciones si son realizadas por personas con otras enfermedades (diabetes, etc.) e incluso disparar sintomatologías de trastornos mentales (trastornos de conducta alimentaria) Toda mejora que pueda derivarse está relacionada con la reducción de la ingesta excesiva y los ayunos deben hacerse siempre bajo supervisión médica y con perspectivas razonables, nunca con medidas de ayuno intermitente o radical.
4. Reiki
Las llamadas terapias energéticas siguen siendo similares a la imposición de manos, pero no en una derivación religiosa en la que tradicionalmente se oraba por la persona afligida, sino con la intencionalidad de convertirse en el canal de una presunta energía. El reiki está siendo progresivamente expulsado de entornos sanitarios, ya que no existe prueba alguna de sus beneficios contra patologías como la depresión o la ansiedad. Algunos de sus practicantes lo usan para aprovechamiento de personas vulnerables.
5. Constelaciones familiares
Bert Hellinger se sitúa en el centro de esta presunta terapia que es una mezcla de lo aprendido en su deambular vital. Los seguidores de esta pseudoterapia deben aportar altas sumas de dinero en un sistema piramidal de formación con diversos grados de participación.
La carencia de titulación sanitaria o médica para realizarla y los altos grados demostrados en sus publicaciones de uso de presión, machismo, homofobia y culpabilización, así como justificaciones aberrantes (como, por ejemplo, la violación como sanación del clan) convierte a las constelaciones familiares en una de las terapias presentes en los retiros espirituales más descontroladas y peligrosas del panorama actual.
6. Terapia Gestalt
Esta pseudoterapia se nutre de la filosofía oriental y el psicoanálisis, entre otras fuentes, para teóricamente desarrollar el potencial humano y el crecimiento personal. En realidad, no tiene ningún tipo de evidencia científica para abordar trastornos psicológicos y lo que busca en realidad es alterar la personalidad del paciente y dejarle a merced del pseudoterapeuta y su búsqueda de lucro económico.
Funciona como una secta destructiva y afirma abordar trastornos psicológicos. Su fin real es alterar la personalidad del paciente y dejarle a merced del psicoterapeuta, sin ninguna base científica.
Cómo identificar el engaño
No siempre es fácil. Además, nos puede coger en un momento muy vulnerable de nuestra vida, en búsqueda de respuestas o tratando de encontrar un propósito a nuestra existencia. Pero hay claves que sí nos pueden hacer sospechar de que asistimos a un retiro basado en una pseudoterapia o, incluso, una secta. Estos son los aspectos en los que debes fijarte:
- Eliminación de grupos de alimentos (buscan la debilidad física de los sujetos)
- No permitir dormir lo suficiente, incluso, obligar a dormir poco
- Ejercicio físico extenuante
- Largas sesiones de meditación
- Aislamiento físico
- Desconexión del mundo, ya que se deben entregar los móviles
- La única fuente de información del exterior la proporcionan los responsables del retiro
- Promesa de que todo ello mejorará nuestro cuerpo y alma
Ricardo A. Mariscal, responsable de relaciones institucionales de #SaludsinBulos e investigador de grupos negacionistas en Internet, advierte de que estos encuentros pueden parecer inofensivos, sin embargo, no se pueden subestimar los peligros que entrañan: “Tienen como objetivo final captar adeptos a largo plazo y se aprovechan de personas vulnerables. Su lucro económico va a la par de la destrucción de la persona“.