COMENTARIO: Un anteproyecto que sólo tiene en cuenta las confesiones religiosas, sin considerar que la libertad de conciencia, es más amplia que la libertad de religión. Se vuelve a privilegiar la religión frente a cualquier otra opción y de convicciones personales. Además establece la reseva de suelo en los Planes Unbanísticos y su posterior asignación gratuita a las confesiones religiosas, sin discriminación de ninguna de ellas. Cada religión o convicción debe sustentarse en sus propios medios y no en el apoyo del Estado, sea suelo para sus centros, sean subvenciones u otros privilegios. Y como siempre quedan relegadas las opciones no religiosas, vulnerando la libertad de conciencia de un 25% de la población.
Idoia Mendia, portavoz del gobierno de Lakua, criticó ayer las declaraciones de Iñaki Azkuna y Javier Maroto, alcaldes de Bilbo y Gasteiz respectivamente, en torno a la futura Ley de Culto y la apertura de mezquitas en ambas ciudades. Invitó a ambos a que «se lean las alegaciones de sus técnicos municipales» y que empiecen a «aprender a convivir entre distintos».
Las declaraciones de Javier Maroto, alcalde de Gasteiz, y de Iñaki Azkuna, su homólogo en Bilbo, en torno a la futura Ley de Culto y la apertura de mezquitas en las ciudades que gobiernan no han sentado nada bien en el Gobierno de Lakua. Así lo atestiguan las declaraciones de Idoia Mendia, portavoz del Ejecutivo de Patxi López y consejera de Justicia, que criticó ayer a ambos primeros ediles y les invitó a «leerse las alegaciones de sus propios técnicos municipales», además de afrontar de otro modo la cuestión de fondo.
El anteproyecto de Ley sobre Centros de Culto que ultima el Gobierno de López permitirá abrir locales de culto con aforo inferior a 300 personas sin necesidad de autorización de los ayuntamientos. Maroto y Azkuna criticaron duramente esta medida, ya que en su opinión, favorece la proliferación de centros religiosos, que al parecer les resultan conflictivos.
El primer edil gasteiztarra afirmó que esta ley «promueve la aparición de mezquitas como champiñones» y hace «más grande un problema que ya existía», por lo que prometió «plantar cara» al anteproyecto.
Por su parte, Azkuna afirmó que la nueva ley «no va a servir de nada» y aseguró que «creará problemas de convivencia y de seguridad» porque «habrá broncas en todos los municipios». El primer edil jelkide, que hace unas semanas sí decía mostrarse a favor de la apertura de dichas mezquitas, ha tenido que hacer frente durante los últimos tiempos a protestas vecinales que pedían insistentemente que la licencia para construir la mezquita en su barrio fuera denegada.
Idoia Mendia cargó duramente contra ambos alcaldes, porque «un responsable público no debe generar alarma social, y menos aún basándose en falsedades». La portavoz de Lakua añadió además, respecto al fondo de este asunto, que «tenemos que aprender a convivir entre distintos».
Entrando en materia más técnica, Mendia afirmó que el nuevo anteproyecto se adapta a una directiva europea que suprime la licencia y la sustituye por la llamada «declaración responsable» del promotor.
Mendia trajo a colación que las alegaciones de los propios técnicos municipales de Bilbo y Gasteiz incluían esa petición al Gobierno de Lakua, al objeto de que adaptara la citada directiva europea.
Mendia hizo una encendida defensa del proyecto, matizando que el objetivo es «garantizar el ejercicio de la libertad de culto y hacerlo de manera clara» para que «las personas sepan qué única tramitación deben realizar y facilitar las cosas a los ayuntamientos para hacer reservas de suelo».