El mes de mayo es un mes muy significado para la Iglesia Católica. Miles de niños y niñas de apenas 10 años de edad hacen la llamada Primera Comunión, después de dos años de continuado adoctrinamiento en la catequesis semanal. Pocas películas han reflejado tan bien este momento y lo que el mismo supone para la economía de algunas familias azotadas por la crisis económica como Lloviendo piedras (Raining stones), el filme dirigido el 1993 por Ken Loach en el que un padre de 40 años, desempleado que sobrevive gracias a la economía sumergida en un barrio pobre del norte de Londres, se desvive y mete en mil follones para poder costear el caro traje de la Primera Comunión de su hija.
Mayo también es el mes de las flores. La Iglesia celebra el 3 de mayo el día de la Santa Cruz, una fiesta cuyo origen gentílico ya señaló Julio Caro Baroja en Las formas complejas de la vida religiosa (siglos XVI y XVII), una exaltación del amor y de la primavera. También Sebastián de Covarrubias, en su Tesoro de la lengua castellana o española, indica en la entrada referente a mayo que “así suelen llamar en las aldeas un olmo desmochado con solo la cima, que los mozos zagales suelen el primer día de mayo poner en la plaza o en otra parte”. Maia o Maya en la mitología griega era la diosa de la primavera.
La Iglesia conoce bien cuáles son sus tradiciones y tiene un interés especial en hacer a toda la ciudadanía partícipe de las mismas, sea o no de su feligresía, con el fin de no perder sus privilegios. Acordes al principio de cuius regio eius religio, algunos ediles de municipios de España -por lo general creyentes católicos, apostólicos y romanos-, no saben o no quieren separar las instituciones que gobiernan de la confesión que profesan ellos mismos o algunos de sus gobernados. Así acontece en el Ayuntamiento de Montijo (Badajoz), donde según la Asociación Vecinal Impulsa Montijo el catolicismo practicante del alcalde de dicho pueblo y el de numerosos concejales y concejalas del mismo, del PSOE, ha llevado a recuperar una tradición ya olvidada como es la de las cruces de mayo, una exaltación de este símbolo cristiano acompañada de diversos oficios religiosos, una procesión desde un parque cercano y una exposición permanente a las puertas del mismo Ayuntamiento de una gran cruz elaborada con flores, a donde suelen acudir algunos fieles creyentes a rezar e impetrar la gracia divina.
El alcalde anterior de este pueblo, del PP, que gobernó hasta las últimas elecciones municipales, entregó la vara de mando de la alcaldía a la Virgen patrona del pueblo, la Virgen de Barbaño, y pagó con dinero público una estatua de forja situada en un lugar céntrico de la localidad, encargada a un artista local y consistente en la imagen de un nazareno, como homenaje a las cofradías del pueblo. Por último, el Arzobispado de Mérida-Badajoz, con motivo de la publicación por parte de la Diputación del catálogo de vestigios franquistas y con el fin de recibir subvenciones para la restauración de algunos templos de la provincia, anunció hace más de un año que retiraría el azulejo de la Virgen de Guadalupe que figura en el exterior de una ermita de Montijo, cercana a la plaza, donde se exalta la victoria franquista de 1939. A fecha de hoy el azulejo sigue en su sitio, sin que el Arzobispado, ni el Ayuntamiento ni la Diputación hayan hecho nada para su retirada.
La Asociación Impulsa Montijo ha elevado una queja a la oficina del Defensor del Pueblo argumentando que se utiliza un espacio público de gran significación laicista, como es la entrada principal del consistorio, para realizar proselitismo. Esta Asociación ha preguntado al gobierno municipal si se ha realizado algún gasto público en la celebración de este acto, en el que colabora el Ayuntamiento y ayuda a organizar, a cuánto asciende el mismo en caso de que lo haya habido y si existe algún tipo de convenio o concierto con asociaciones religiosas o cofradías del pueblo. Por último, Impulsa Montijo ha solicitado la retirada de la cruz situada en la puerta del edificio consistorial. A fecha de redacción de esta noticia, la asociación no ha recibido aún respuesta, a pesar de que hace ya más de dos semanas que hizo las preguntas. Desconoce todavía, además, si la oficina del Defensor del Pueblo estimará la queja e intervendrá en la misma.
Extremadura Laica, asociación regional, apoya esta queja y las acciones de Impulsa Montijo. Esta asociación, perteneciente a Europa Laica (fundada en el 2001 por, entre otros, Gonzalo Puente Ojea, filósofo y diplomático español), intervendrá en un acto organizado por Impulsa Montijo el próximo viernes 17 de mayo en esta localidad, a las 20:00 horas, en la Sala Centinela, en los bajos del teatro municipal. Con motivo de este acto se presentará una propuesta de reglamento de laicidad municipal para los ayuntamientos y las campañas sobre el IRPF, en el que se pide no marcar ninguna casilla (ni la de la Iglesia ni la de fines sociales, dinero que finalmente revierte en organizaciones religiosas) y la campaña Religión fuera de la escuela.
Impulsa Montijo recuerda que ya hay algunos ayuntamientos que han aprobado reglamentos laicistas, en los que queda delimitada la actuación de tales consistorios con las confesiones de sus municipios, de modo que se asegure que lo público no es monopolizado por opciones de creencias particulares y privadas, como sucede en este pueblo con el consentimiento de la corporación gobernante. Este Reglamento de Laicidad Municipal, en consonancia con el ordenamiento jurídico, parte de dos principios: la separación entre los poderes públicos locales y las religiones u otras convicciones particulares, y la neutralidad en dos sentidos: por una parte la libertad, que impide a los poderes públicos inmiscuirse en los asuntos estrictamente religiosos, permitiendo la máxima libertad en ese sentido, sólo limitada por el respeto al orden público y a la ley, y por otra parte la igualdad y no discriminación, que prohíbe cualquier tipo de discriminación o privilegio por razón de ideología o religión, dentro de los límites legales y del orden público común al conjunto de la ciudadanía.
En tal reglamento se disponen medidas para censar adecuadamente las propiedades de la corporación católica y de otras confesiones exentas del IBI, denuncia de las inmatriculaciones (apropiación indebida por parte de la Iglesia de espacios y edificios públicos), mecanismos de relación con las diversas religiones que existan en el municipio (sin privilegios con respecto a otras organizaciones), disposición de salas adecuadas en el cementerio con carácter laico, etc.
Esta asociación, Impulsa Montijo, lamenta que el laicismo no esté contemplado como se debe en los programas electorales de los diversos partidos ni sea apenas tenido en cuenta de cara a las próximas elecciones municipales de finales de mayo. Por ello invita a los votantes a averiguar qué postura guardan con el laicismo los partidos de su elección, si respetan o no el principio constitucional de aconfesionalidad del Estado y los principios de separación y neutralidad, si salvaguardan la libertad de conciencia y protegen y fomentan el librepensamiento. En consonancia con el compromiso con estos valores laicos, Impulsa Montijo insta a votar sólo a aquellos partidos que respeten dicha laicidad del Estado y no favorezcan con sus prácticas los intereses y los privilegios de determinadas confesiones.