Forma parte de otras diez intervenciones en las que gastará más de 2,3 millones de euros
La Real Basílica de Santa María la Mayor está en obras. La Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria inició los trabajos de restauración y conservación preventiva del templo con una inversión de más de 275.000 euros.
La delegada territorial da Xunta en Pontevedra, Luisa Piñeiro, acompañada por la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez Insua, supervisó este jueves la actuación, que cuenta con un plazo de ejecución de cuatro meses. Los trabajos comenzaron por la cubierta de la nave principal con el objetivo de mejorar su impermeabilización.
La finalidad de esta intervención es «garantir a protección e conservación dun dos bens máis recoñecibles do patrimonio arquitectónico da cidade de Pontevedra», según precisó Luisa Piñeiro. Además, destacó «o compromiso do Goberno galego coa conservación, restauración e protección dos bens culturais que, no caso da provincia de Pontevedra, se traduce neste momento en preto de dez intervencións que contan cun investimento de máis de 2,3 millóns de euros».
La reparación de la cubierta tiene como finalidad subsanar el actual deterioro para eliminar las filtraciones de agua de lluvia por canales, terrazas y faldrones. En este sentido, está previsto cambiar las tejas y reponer algunas placas deterioradas, así como mejorar los canales de evacuación de agua de la cubierta, que se va a impermeabilizar, junto con la terraza de la torre del campanario.
A continuación se actuará sobre las carpinterías de las vidrieras (que es preciso restaurar para mejorar las condiciones de ventilación) y en la crestería de remate de la cubierta (para garantizar su estabilidad e seguridad). Los trabajos de restauración se completarán con la limpieza y rejuntado con mortero de la cal de las fachadas Sur y del ábside.
La Real Basílica de Santa María la Mayor, que goza de la consideración de Ben de Interese Cultural con la categoría de monumento desde 1931, fue construida a finales del siglo XV o principios del XVI en un lugar en el que previamente existía una iglesia románica, dominando el río Lérez y abierta al barrio de A Moureira, en la que se asentaban los mareantes, cuyo gremio promovió y costeó las obras del emblemático templo.
Entre los elementos de interés del edificio religioso (uno de los monumentos más visitados de la ciudad) destaca su portada de estilo plateresco que, a modo de tapiz, queda enmarcada entre dos contrafuertes. Además, cuenta con figuras y motivos decorativos en el conjunto, entre los que resaltan los grupos escultóricos de la Asunción de la Virgen y del Tránsito.