La conselleira de Educación, Universidades e Formación Profesional, Carmen Pomar ha defendido este miércoles que «no es cierto» que los alumnos de la enseñanza pública estén obligados a cursar la asignatura de religión y ha alegado que prescindir de esta materia sería incumplir la legislación e implicaría «modificar» el acuerdo que mantiene España con la Santa Sede desde 1979
Así ha respondido Pomar a una pregunta formulada en el pleno del Parlamento de Galicia por la diputada del BNG Olalla Rodil, que ha asegurado que los estudiantes gallegos de Bachillerato «se ven obligados» a escoger religión «para completar la carga horaria» que se le exige a la hora de seleccionar las asignaturas optativas.
Y es que, según ha indicado, mostrando una hoja de matrícula del IES Politécnico de Vigo, a la hora de escoger determinadas materias «no tienen libertad de elección» si «la única combinación posible» pasa por cursar religión. Además de ello, la nacionalista ha subrayado que «cualquier tipo» de confesión o creencia «debe quedar al margen del ámbito público».
Ante ello, la conselleira ha insistido en que «no es cierto» que la materia «condicione» o «fuerce» a los estudiantes. Y es que esta asignatura, ha proseguido, se debe al «cumplimiento» de las normativas educativas y al acuerdo institucional entre el Estado y la Santa Sede.
«LOS CENTROS TIENEN QUE OFRECER» LA RELIGIÓN
Seguidamente, Carmen Pomar ha asegurado que, si bien «los centros tienen que ofrecer» la religión, se trata de «una opción» del estudiante, que tiene, según sus palabras, «un abanico amplio de materias» a su disposición. No en vano, ha criticado que el BNG «considere incompatible» cursar determinadas asignaturas como antropología al tiempo que religión.
Así, la parlamentaria del Bloque ha insistido en que «por supuesto» las creencias de cada persona deben ser «respetadas», pero «en el ámbito privado» y «fuera del ámbito público». «Esa separación es necesaria para la confesionalidad, ya no digo laicismo porque la Constitución del 78 es la que es», ha añadido Rodil.
«Le propongo, conselleira, que si no quieren eliminar la religión del currículum adopten medidas necesarias para que ningún estudiante se sienta en la obligación de cursarla», ha sugerido, a lo que la conselleira ha vuelto a esgrimir «el respeto a la legalidad vigente» y a la «autonomía de los centros».