La Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (Upnfm) de Honduras rindió hoy un homenaje a Oscar Arnulfo Romero, quien fue arzobispo de San Salvador, por su canonización oficializada el domingo por el papa Francisco.
El rector de la Upnfm, Hermes Alduvín Díaz, dijo en el homenaje, que se celebró en el centro educativo, que la canonización de Romero es un «acontecimiento de alto valor en este continente y el mundo entero».
Monseñor Romero fue «un humanista y mártir de los pobres que se volvió universal», enfatizó Díaz.
El homenaje, en coordinación con la Embajada de El Salvador en Tegucigalpa, consistió en la colocación de una ofrenda con flores blancas, entre rosas, orquídeas y margaritas, ante un busto de Romero descubierto en la Upnfm en 2016.
Docentes de la Universidad, diplomáticos centroamericanos, estudiantes y niños del Centro de Innovación Educativa de la misma Upnfm, participaron en el homenaje a Romero, quien nació en 1917 y murió asesinado en marzo de 1980 por un comando de ultraderecha cuando oficiaba misa en un auspicio para cancerosos en San Salvador.
Díaz recordó que Romero expuso su vida denunciando la injusticia contra el pueblo salvadoreño y reiteró que «su legado es universal».
El cónsul general de El Salvador en Tegucigalpa, Francisco Escoto, dijo a Efe que la canonización de Romero «es importante para El Salvador», y que su pensamiento y lucha por los derechos humanos incidió en los cambios que se impulsaron en varios países de Latinoamérica para mejorar las garantías individuales.
«Monseñor hoy ha sido elevado a los altares de nuestra iglesia», Añadió Escoto, quien recordó que cuando el arzobispo fue asesinado, él tenía cinco años.
En su discurso, el cónsul salvadoreño recalcó que Romero «fue la voz de los sin voz», y que al momento de denunciar las injusticias en su país no le importaba que se incomodaran quienes violentaban los derechos humanos.
Romero «fue símbolo de la defensa de los derechos humanos, dejó de ser salvadoreño para volverse universal», acotó.
El homenaje a Romero incluyó la interpretación de varias canciones salvadoreñas a cargo del tenor de la misma nacionalidad Mario Alberto Rodríguez y un coro de niños del Centro de Innovación Educativa de la Upnfm.