La Universidad de Zaragoza no prorrogará el convenio con el arzobispado que expira el 31 de agosto de este año. Así se ha decidido desde la institución académica tras las presiones recibidas por parte de todos los sectores de la comunidad universitaria y, de hecho, el Consejo de Gobierno ya ha sido informado.
Fuentes de la universidad aseguraron que el arzobispado ya conoce la medida adoptada por el campus, que, de este modo, pondrá fin a un acuerdo firmado en el 2012 y que ofrece a los estudiantes de los grados de Infantil y Primaria la oportunidad de cursar créditos adicionales que conducen a la obtención de la Declaración Eclesiástica de Competencia Académica (DECA), un título que los colegios concertados de la Iglesia católica exigen a quienes aspiran a dar clase en sus aulas, y permite al arzobispado el uso de salas de la universidad.
Por otra parte, el Colectivo de Estudiantes Progresistas de Aragón (CEPA) expresó ayer su rechazo a la convocatoria de másteres de referencia de la Universidad de Zaragoza por considerarla «antidemocrática y perjudicial» para el alumnado.
Denuncian que estos másteres cuentan «con el único aval del equipo de dirección», que, recuerdan, fue elegido «con el 58% de los apoyos en unas elecciones con una participación del 7%» y consideran que establece un modelo de estudios de posgrado «con másteres de primera y de segunda».