Desde las Asambleas de Estudiantes señalan que el centro invita al acto de apertura al arzobispo y a representantes de las fuerzas armadas, mientras se mantienen las puertas cerradas a la mayoría de miembros de la universidad.
Una “solemne misa del Espíritu Santo” abrió hoy, a las 11h., la ceremonia de apertura de curso 2015-2016 en la Universidad de Oviedo. Al acto, calificado desde la universidad como “el evento más solemne” que celebra el centro, acuden miembros del claustro de la universidad, miembros de la institución académica y “numerosas autoridades civiles”, como el arzobispo o representantes de las fuerzas armadas y de partidos políticos.
“Es algo que se hace habitualmente, se viene haciendo todos los años al menos desde que estudio allí. Es una tradición con la que nos gustaría romper”, explica a Diagonal Jorge Fernández, miembro de las Asambleas de Estudiantes de la Universidad de Oviedo y presidente del Consejo de Estudiantes. Además, señala que desde las asambleas apuestan “por la laicidad” y, como forma de protesta, los miembros del Consejo de Estudiantes invitados a la ceremonia han decidido no asistir.
Desde las Asambleas de Estudiantes, colectivo con presencia en varias facultades de la universidad y con representación en el Consejo de Estudiantes, denuncian también que este acto de apertura, el más importante del curso, “no es una ceremonia abierta”, por lo que la gran mayoría de los miembros de la comunidad educativa no puede asistir, y reclaman que se abra a todos los miembros de la universidad y que no integre ceremonias religiosas.
Fernández recuerda que hace pocos años también denunciaron la presencia de crucifijos en algunas de las aulas de la universidad pública asturiana y la gran influencia que el Opus Dei mantiene en el rectorado de la universidad.
