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La única cárcel para curas del mundo estaba en Zamora: celdas de 5m², torturas y el método del gusano

‘Apaiz kartzela’: el documental que relata la historia de la única cárcel de curas del mundo, creada para castigar a los sacerdotes que se alzaron contra el franquismo.

No se acuerdan de la última vez que pisaron una iglesia, pero sí de las razones por las que no volvieron a hacerlo. El testimonio de quienes vistieron sotana y sufrieron la opresión del régimen franquista, es recogido cincuenta años después en el documental Apaiz Kartzela, de los directores Oier Aranzabal, David Pallarès y Ritxi Lizartza.

El documental, que se proyectará hoy 29 de abril, en el Teatro Principal de San Sebastián por el 18 Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos de la ciudad, cuenta el infiero que centenares de curas ‘rojo-separatistas’ vivieron en la única cárcel para sacerdotes del mundo, creada en Zamora, bajo el concordato de 1953 entre la dictadura de Franco y el Vaticano.

Condenados por alzar la voz contra el régimen y los derechos civiles entre 1968 y 1976, estos sacerdotes combatieron con dureza los abusos y torturas del dictador, y, 50 años transcurridos desde que se inauguró la cárcel, no han recibido justicia ni reconocimiento.

Xabier Amuriza, Josu Naberan, Juan Mari Zulaika, Eduard Fornés, Julen Kaltzada, Jon Etxabe, Martin Orbe, Felipe Izagirre, Lukas Dorronsoro, José Antonio Calzada o Pablo Muñoz, son algunos de los nombres a los que da voz un documental que arrastra cinco años de rodaje y que recoge más de 30 entrevistas y material de archivo inédito. «El testimonio más duro fue el de Jon Etxabe, un sacerdote de Eibar que, además de sufrir duras torturas y malos tratos durante siete años encarcelado, estuvo uno de ellos en celdas de aislamiento de 5m²» cuenta Ritxi Lizartza en una entrevista para El Independiente.

Lizartza ha señalado además, que, durante los años en que ocurrieron los hechos narrados en el documental, fueron sacerdotes «muy conocidos por la mayor parte de la población, entre otras razones, por estar estrechamente vinculados a otros asuntos políticos relevantes de la época, tales como el Proceso de Burgos» pero años más tarde, dice, «parece que, si no es en la memoria de aquellos que lo vivieron, no se recuerda».

La memoria histórica es la asignatura pendiente de España

RITXI LIZARTZA

Y es que es precisamente en la memoria donde surge la idea de este filme; precisa y concretamente, en la memoria histórica, la asignatura pendiente de España, dice Ritxi: «En el Estado español, la memoria histórica sigue siendo un tema pendiente. Hay cosas de la memoria histórica que no están contadas, realidades absolutamente desconocidas y silenciadas. Para mí era muy importante contar esta historia».

Imágenes inéditas del documental Apaiz kartzela. Maluta Films

Con la cárcel de curas de Zamora como eje principal, el documental recoge también la visita de cuadro ex clérigos, comprometidos firmemente con su sociedad, a las paredes que vivieron su persecución. Recuerdan las torturas, el método del ‘gusano’, que consistía en sentarlos y esposarlos con las manos atadas tras las rodillas, pero sobre todo, recuerdan la lucha y las imágenes de aquel motín que emitieron los medios de comunicación en 1973, cuando la cárcel fue incendiada por rebelión, por los propios sacerdotes presos.

La cárcel concordataria de Zamora. Material de archivo.

La producción, que hoy se presenta en la capital guipuzcoana, no busca controversia, sino generar discurso y mantener viva la memoria de tantos prisioneros ‘por la gracia de Dios’. «Décadas más tarde, y a pesar de los años que nos alejan de la muerte del dictador, nuestros protagonistas mantienen viva la memoria, para que todo lo ocurrido no caiga en el olvido. Esperamos que el documental, más que polémica, genere discurso. No buscamos controversia, sino socializar lo ocurrido», concluye Lizartza.

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