El Ayuntamiento de Barcelona ha entregado formalmente este miércoles la licencia de obras de la Sagrada Familia a la Junta Constructora, que ya ha ingresado los 4,6 millones de euros correspondientes en impuestos y tasas asociados al permiso, lo que supone regularizar un asunto pendiente desde 1885, hace más de 130 años.
En una rueda de prensa, la teniente de alcalde de Urbanismo de Barcelona, Janet Sanz, y el presidente delegado de la Junta Constructora, Esteve Camps, han explicado que el pacto se ha formalizado después de dos años de trabajo conjunto entre las dos instituciones.
La licencia establece las condiciones para la construcción de la basílica, que se compromete a aportar 36 millones de euros en diez años para financiar los gastos municipales que genera su actividad: “Agradecemos el esfuerzo de todas las partes, que ha permitido que el proceso sea ágil”, ha dicho Sanz.
El techo máximo edificable en la parcela es de 53.495,61 metros cuadrados, y la superficie construida sobre rasante es de 41.026,69 metros cuadrados, y la licencia también describe una construcción del templo por etapas, y prevé un plazo de ejecución total que finalizará en 2026.
Para obtener la licencia, la Junta Constructora ha pagado al Ayuntamiento un total de 4,63 millones de euros, un importe que sale del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que supone 4,38 millones y la tasa de licencia de obras, que son 241.732 euros.
El Ayuntamiento también ha tramitado los permisos de actividad sobre los usos de la basílica, que será religioso y cultural, para funcionamiento y administración del centro, y comercial, que se restringe a un establecimiento de venta al detalle de productos relacionados con el templo con una superficie máxima de 750 metros cuadrados.
Preguntada por si la licencia incluye la construcción de la fachada de la Glòria y la escalinata, que afectaría a pisos de la calle Mallorca, Sanz ha dicho que el Ayuntamiento y la Junta Constructora lo abordarán a partir del mes de septiembre, pero ha asegurado que buscarán la mejor solución para el templo y los vecinos.
36 millones en corresponsabilidad
Camps ha detallado que el acuerdo establece que la Sagrada Familia aportará 36 millones los próximos diez años en aspectos vinculados a la urbanización, la movilidad, el transporte público y el mantenimiento del espacio público del entorno, en un pacto “inédito” pero que celebran.
El patronato aportará 22 millones durante diez años -2,2 al año- para la mejora del transporte público, así como siete millones a la mejora de la accesibilidad al templo desde el Metro, además de estudiar con Adif y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) crear un acceso directo subterráneo directo al edificio.
La Junta Constructora también contribuirá con cuatro millones a reurbanizar las calles que rodean la basílica, aunque los tramos de actuación y los proyectos específicos de definirán en un proceso participativo, y, además, aportarán tres millones de euros en 10 años -300.000 anuales- a servicios de limpieza, vigilancia y agentes cívicos.