Descargo de responsabilidad
Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:
El Observatorio recoge toda la documentación que detecta relacionada con el laicismo, independientemente de la posición o puntos de vista que refleje. Es parte de nuestra labor observar todos los debates y lo que se defiende por las diferentes partes que intervengan en los mismos.
«La resistencia nunca es fútil. Si la fuente de nuestra vitalidad es (…) “el alma activa”, entonces nuestra mayor obligación es resistir cualquier fuerza, ya sea institucional, comercial o tecnológica, que pueda debilitar o enervar el alma.»
Nicholas Carr: Atrapados
El seis de mayo pasado se celebró en Granada la decimosexta jornada de Europa Laica. Su periodicidad es anual y este año tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Granada, la misma universidad que en la Facultad de Ciencias de la Educación da cabida a la formación de los futuros maestros en los procedimientos didácticos mediante los que adoctrinar a los niños en lo que es una vergonzante práctica institucionalmente normalizada. Son los cursos DECA, acrónimo que corresponde a «Declaración eclesiástica de la competencia académica»; es decir, lo de siempre: la Iglesia preserva y difunde su cuerpo dogmático a costa del dinero de una institución pública sustentada con los impuestos de todos. En un Estado que se dice aconfesional en su –teóricamente, que no prácticamente en su totalidad– vigente Constitución, pero que privilegia evidentemente a una confesión religiosa, la católica, que recibe, según cálculos de la propia Europa Laica, del orden de doce mil millones de euros anuales de los cuales unos trescientos provienen del IRPF. El propio Tribunal de Cuentas reconoce en un informe de hace un par de años la opacidad contable de la Iglesia Católica.