Esta práctica, que no cuenta con respaldo científico, está siendo utilizada para “resolver” problemas jurídicos (como divorcios o herencias) y consiste en “evaluar” los “conflictos vinculados a antepasados”
En las últimas dos décadas, tanto en España como en el resto del mundo, proliferan todo tipo de ‘terapias’ que, bajo el manto de lo alternativo, pretenden sustituir (en algunos casos, dicen, complementar) aquellas que sí cuentan con el respaldo de la comunidad científica. Entre estas prácticas se encuentran las constelaciones familiares, que nunca han sido contrastadas como método validado bajo parámetros empíricos. Los resultados positivos a los que se amparan sus promotores se pueden atribuir a procesos de sugestión y/o empatía, pero nunca a la evidencia científica.