La Federación de Entidades Budistas se aleja de la iniciativa de la Fundación Lumbini Garden, cuyos responsables justifican en un informe sus vínculos con la dictadura del país asiático.
El gran proyecto budista en Cáceres sigue en el centro de la tormenta. Los truenos empezaron cuando llegaron a España unas fotos comprometedoras: los responsables de la Fundación Lumbini Garden, a cargo del megaproyecto que incluye la construcción de un buda gigante y varios templos, se reunieron a finales de agosto con militares de la dictadura birmana. La polémica está hoy lejos de disiparse.