El reglamento de laicidad, pactado por el PSOE e IU, arranca con una consulta ciudadana online.
Una consulta ciudadana que hoy se pone en marcha a través de la web municipal es el primer paso para que el Ayuntamiento de Gijón cuente con un reglamento de laicidad. Una norma cuya elaboración se incluyó como compromiso de este mandado entre los 88 puntos del pacto de gobierno alcanzado en 2019 por el PSOE e IU y que tiene como antecedente un acuerdo favorable del Pleno en agosto de 2018, durante el gobierno forista de Carmen Moriyón.
En aquella sesión fue el portavoz de IU y ahora edil de gobierno, Aurelio Martín, quien defendió desde la oposición la iniciativa plenaria de elaborar un reglamento de laicidad municipal. Su propuesta tuvo como prólogo una intervención de de Luis Fernández en representación de Asturias Laica. La proposición salió adelante gracias a los votos de IU, PSOE y Xixón Sí Puede (marca local de Podemos). Votaron en contra Foro, PP y Ciudadanos. Gijón es desde 2016 miembro de la Red de municipios por un Estado Laico.
Ese mandato plenario de 2018, que daba tres meses de plazo para tener el reglamento de laicidad, quedó sin cumplir. Hasta ahora. Los miembros del actual equipo de gobierno ponen ahora en marcha el proceso de elaboración del reglamento “conscientes de la necesidad de regular el mandato constitucional de aconfesionalidad y neutralidad religiosa, que obliga al Estado y a todas las instituciones públicas”, se puede leer en la resolución de Alcaldía. Resolución donde se fijan como antecedentes el artículo 16 de la Constitución Española que garantiza la “libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades” y la ley orgánica de libertad religiosa que concreta que “las creencias religiosas no constituirán motivo de desigualdad o discriminación ante la ley” y que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”.
El objetivo de un reglamento de este tipo es fijar un marco normativo municipal para la promoción de la libertad de conciencia e incluir criterios respecto a la participación de cargos electos y autoridades municipales en actos públicos, la neutralidad en actos religiosos y la regulación del uso de espacios públicos y edificios municipales en actividades con ese componente religioso. El interés municipal, se dice desde el Ayuntamiento, es “regular cuestiones tan importantes como la separación entre el poder público municipal y las distintas confesiones religiosas o convicciones personales, y la obligatoriedad del poder público municipal ante el hecho religioso”.
La necesidad de dar respuesta a los problemas generados por la pandemia han motivado que la iniciativa de elaborar este nuevo reglamento no se hubiera encarado antes desde la Casa Consistorial. Aunque tanto el gobierno, y en concreto la Alcaldesa, hicieron gestos en ese sentido desde el minuto uno. Ana González, al contrario que sus predecesores, no ha participado en actos como la bendición de las aguas en San Pedro o la misa por la festividad de Begoña, en la parroquia de los Padres Carmelitas. La regidora socialista siempre ha defendido que un Ayuntamiento tiene que ser laico y como cargo público debe representar a los vecinos de todas las confesiones.
En esta consulta previa que hoy se pone en marcha, y que se prolongará hasta el 3 de mayo, el Ayuntamiento hace dos preguntas a sus vecinos. Por un lado ¿cómo crees que han de ser las relaciones entre el Ayuntamiento y las diferentes confesiones religiosas?, y por otro, ¿qué cuestiones crees que sería necesario incluir en una regulación del uso de espacios públicos y edificios municipales, para garantizar el mandato constitucional de neutralidad religiosa? A partir de las respuestas se empezará a trabajar en la elaboración del texto final.
Rivas-Vaciamadrid es el referente de este tipo de reglamentos en España como única ciudad que aprobó uno, a finales de 2018. Aunque el desarrollo de su articulado no se ha completado.