La imagen de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad de Sevilla, luce desde este pasado domingo un fajín que el dictador Francisco Franco le donó hace ahora precisamente 80 años, el 15 de agosto de 1939, apenas cuatro meses después de finalizada la guerra civil española, según han confirmado a Diario16 fuentes cercanas. Como es tradición cada año, la imagen procesionará el próximo 15 de agosto por las calles aledañas a la catedral de la capital andaluza coincidiendo con su festividad.
Miles de devotos han guardado colas de más de una hora de espera para rendir culto a la imagen de la patrona de Sevilla en el besamanos celebrado este domingo y lunes en la Capilla Real, coincidiendo con los actos organizados por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, dependiente del Cabildo Catedral de la Archidiócesis de Sevilla. Este besamanos es previo a la novena que ha comenzado este martes y culminará el próximo 15 de agosto, festividad nacional de la Asunción de la Virgen, que Sevilla lo celebra con la procesión de su patrona.
La imagen fue trasladada del besamanos al paso de palio este lunes. Los encargados de vestir la imagen han mantenido el fajín del dictador aunque lo han semiocultado en parte bajo el manto de la Virgen.
Este fajín que luce estos días la patrona de Sevilla fue donado por el dictador apenas unos meses después de terminada la guerra civil. En un acto multitudinario que recoge la prensa de la época hace ahora 80 años y en el que estuvieron presentes todas las autoridades civiles, militares y religiosas de la capital andaluza, a la imagen de la Virgen de los Reyes se le impuso el fajín de capitán general del dictador. Esta prenda militar es de color rojo con borlones dorados y cuatro entorchados. Diario16 ha intentado ponerse en contacto sin éxito con el Arzobispado de Sevilla, responsable de la imagen, para conocer su versión de los hechos.
El fajín de la Virgen del Baratillo
Esta nueva polémica sobre el cumplimiento de la ley de memoria histórica se produce apenas dos meses después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla, Cristina Loma Martínez, acordara el sobreseimiento libre y el archivo de la causa abierta tras una denuncia de la asociación Grupo 17 de Marzo contra la Hermandad del Baratillo de Sevilla por lucir un fajín de Francisco Franco en su paso de palio durante la procesión del pasado Miércoles Santo.
La magistrada establecía en el auto de archivo que «no existen indicios» de la comisión de un delito de odio «ni de ninguna otra infracción penal», coincidiendo con los mismos argumentos expuestos por el fiscal jefe de Sevilla, Luis Fernández Arévalo, en un informe elevado al mismo juzgado en el que solicitaba el archivo de las actuaciones.
La denuncia fue presentada el pasado 15 de abril por la Asociación Grupo 17 de Marzo-Sociedad Andaluza de Juristas para la Defensa de los Derechos Humanos Individuales y Colectivos, con motivo de la salida de la Virgen del Baratillo en procesión durante la pasada Semana Santa el 17 de abril con el fajín del dictador donado a la hermandad sevillana por su familia.
«Considerar que la imagen mariana del Baratillo portando un concreto fajín en procesión constituye un acto de enaltecimiento de la figura de Franco, o que con ello se trivializa gravemente a las víctimas de Franco o se niega su existencia (…) es extrapolar la finalidad religiosa y sociocultural de tal hermandad de penitencia y de otras muchas hermandades que procesionan con imágenes en la Semana Santa sevillana», alegó la instructora en el auto de sobreseimiento de la causa.
La jueza añadía que, tal y como adelantaba el Ministerio Fiscal, «procesionar con distintos objetos donados a una imagen estaría dentro de las facultades dominicales de cada hermandad», por lo que consideraba que «no puede ser objeto de prohibición, salvo que el objeto, exorno o insignia portado» haya sido catalogado por la administración competente «como contrario a la Ley de Memoria Histórica nacional o andaluza, y por tanto prohibido», un hecho que «en principio no consta se haya producido».
En el auto, la jueza determina que «no todo acto contrario a una norma administrativa constituye una infracción penal».