La representante especial de la ONU pide que sean excarcelados unos 530 detenidos, incluidos tres candidatos opositores a las elecciones presidenciales del pasado agosto, calificadas de «fraudulentas» por la oposición.
Anaïs Marin, enviada especial de Naciones Unidas para Bielorrusia, ha declarado que unos 530 detenidos considerados como presos políticos por las oenegés de derechos humanos deben ser liberados de inmediato, incluyendo a tres de los candidatos opositores en las polñemicas elecciones presidenciales del pasado verano. Presentando en Ginebra el informe anual ante el Consejo de Derechos Humanos del organismo internacional, la funcionaria describió como «en deterioro» la situación de las libertades civiles en la exrepública soviética.
La represión en la pequeña nación eslava se origino precisamente tras los comicios, en los que se impuso el actual presidente Aleksándr Lukashenko pero que fueron contestados por la oposición, que denunció un «fraude masivo» para impedir el triunfo de Svetlana Tikhanóvsaya.