La consellera de Sanidad, Carmen Montón, ha puesto esta semana encima de la mesa el debate de la homeopatía y las terapias naturales en los tratamientos sanitarios con la intención de combatir su uso en la sanidad pública. Ahora, es otro ente de la administración quien ha decidido marcar una línea con los contenidos relacionados con la pseudociciencia, concretamente Àpunt.
La comisión del Consejo Rector de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación (CVMC) cerraba este martes la revisión de propuestas de mejora de su libro de estilo en la parte periodística con la incorporación de 50 aportaciones tanto de personas a título individual como de grupos, entidades y asociaciones. Entre ellas, una enmienda realizada por la Unió de Periodistes sobre la ciencia y la pseudociencia donde se señala que la validez de la teoría científica no depende de cuántos la defiendan sino de la literatura científica recogida en revistas peer review y de reconocido prestigio que la avalen.
Esto afecta especialmente al terreno de las ciencias de la salud, donde la homeopatía ha irrumpido a pesar de no estar avalada por la parte científica . «No existen las medicinas o terapias alternativas, ni la medicina oficial, ni la medicina alopática, la medicina tradicional o la medicina complementaria. Existen la medicina y las terapias que han demostrado su eficacia y las que no. En ningún caso, se podrá defender la validez de una terapia apelando a su antigüedad, su origen geográfico, su aceptación dentro del folklore o la cultura popular, su novedad o su relación con la física cuántica», recoge el documento.
De hecho, especifica que para informar sobre las «mal llamadas medicinas alternativas» -como las denomina el escrito- se tendrá como referencia el informe Análisis del estado de las terapias naturales, elaborado en 2011 por el Instituto de Salud Carlos III para el Ministerio de Sanidad. Según destacan los impulsores de la enmienda, es posible que Àpunt sea la única televisión de España que recoja este punto.
La enmienda aprobada también insta a que los programas sobre ‘misterios sin resolver’ o similares tengan como objetivo, precisamente, el de resolverlos y no el de perpetuarlos. Aunque reconocen que deberán aparecer los ‘testigos’ y defensores de estos sucesos -avistamientos ovnis, presencia de fantasmas o viajes en el tiempo, por ejemplo-, el documento señala que el peso de la información recaerá sobre el punto de vista de profesionales de acreditado prestigio.
«La adivinación no existe, ni hay métodos -tarot, bola de cristal, inspiración….- que permitan adivinar el futuro», se insiste. Por ello, la enmienda prohíbe la presencia de médiums, adivinadores y videntes en los informativos y solo se permitirá, en algunos casos muy excepcionales, en el marco de debates en el que haya otras posturas contrarias.