La mitad de los embarazos en todo el mundo, 121 millones al año, son no deseados, según recoge el informe mundial del Fondo de Población de Naciones Unidas.
La mitad de los embarazos en todo el mundo, 121 millones al año, son no deseados, según recoge el informe mundial del Fondo de Población de Naciones Unidas. Esto significa que más del 60% de esos embarazos terminan en aborto, y se calcula que casi la mitad de esos abortos son inseguros, lo cual provoca un 13% de muertes maternas.
Son datos de la edición 2022 del Estado Mundial de la Población. Titulado Visibilizar lo invisible, el informe examina “cómo estos embarazos suponen un fracaso mundial en la defensa de los derechos humanos fundamentales”, expresa una noticia en su página web. Hay una media de 121 millones de embarazos no deseados cada año -331.000 al día-, y se espera que esta cifra “se incremente con el aumento de la población si no tomamos medidas drásticas”.
La capacidad de decidir si se quiere tener hijos o no, cuántos y con quién “forma parte esencial de los derechos reproductivos de las niñas y mujeres”. Cuando este derecho “se ignora o está en riesgo”, debido a restricciones sociales, a abusos, a falta de servicios sanitarios o a la escasa prioridad que suele otorgarse a la mitad femenina de la humanidad, las consecuencias se agravan: “los embarazos no intencionales tienen un impacto tanto en las vidas de los individuos como en las sociedades en su conjunto y dificultan el progreso en materia de salud, educación e igualdad de género, incrementan la pobreza y la falta de oportunidades y suponen un coste de miles de millones en recursos”.
La entidad, además, quiere desmitificar una serie de convicciones sobre los embarazos no deseados, como que solo las mujeres promiscuas y las adolescentes imprudentes tienen embarazos no intencionales, que las mujeres no utilizan métodos anticonceptivos porque no los conocen o no los pueden conseguir, o que el acceso legal y libre al aborto incentiva a las mujeres a mantener relaciones sexuales sin protección.