El Comité Islámico-Cristiano de Apoyo a Jerusalén y sus Santuarios dijo ayer que las violaciones “sin precedentes” de los colonos israelíes en Jerusalén preparan el camino para una guerra religiosa, informó Quds Press.
En un comunicado de prensa, el Comité Islámico-Cristiano dijo: “el permiso otorgado por las autoridades de ocupación a los colonos para asaltar la mezquita de Al-Aqsa y realizar sus rituales talmúdicos viola todas las líneas rojas y socava la tutela jordana”.
El Comité Islámico-Cristiano señaló que la ocupación israelí pretendía, con estas incursiones, cambiar el statu quo legal e histórico e imponer su plan de división espacial y temporal del lugar musulmán.
“Lo sucedido en Jerusalén el domingo reitera el hecho de que la ciudad se enfrenta a una guerra abierta contra todo lo que hay en la ciudad para imponer la soberanía israelí por la fuerza”, dijo el comité.
“El gobierno israelí se ha convertido en una entidad fascista que está implementando la agenda de los colonos y protegiéndolos mientras llevan a cabo sus agresivos ataques contra los palestinos en Jerusalén y otras tierras palestinas”, añadió.
Según el comunicado de prensa,
La Marcha de las Banderas… no significa que Jerusalén esté bajo soberanía israelí, sino que demuestra que está usurpada por una ocupación militar.
Mientras tanto, el Comité Islámico-Cristiano dijo que lamentaba la ausencia de respuestas árabes e islámicas “reales” a las violaciones israelíes, señalando que esto da a la ocupación israelí el incentivo para llevar a cabo más agresiones contra los palestinos y sus lugares sagrados.
El domingo, miles de colonos derechistas participaron en la Marcha de las Banderas, en la que izaron la bandera israelí en la Jerusalén Oriental ocupada, atacaron tiendas y hogares palestinos y asaltaron la mezquita de Al-Aqsa.
