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La mala educación

Un banco en un rincón semioculto en un patio de colegio, es la hora del recreo, acaba de terminar el primer examen del día. Va hacia su banco favorito, pero está ocupado por tres chicos a los que ya conoce, dos son compañeros de clase, y uno amigo de ellos, ya había tenido encontronazos con ellos, por eso se va a otro banco, quiere estar tranquila un rato. La chica se sienta en el banco, enciende un cigarrillo y se abstrae mirando el móvil, no se da cuenta de nada hasta que tiene a sus tres compañeros encima. La discusión empieza con un “¿Tu que haces haciendo esto en ramadán?”. Y acaba con: “Vuelve a intentar parecer española, puta, que eres la puta de los españoles!”.

Tanto la chica como los tres chicos son españoles y musulmanes.

En medio de estas dos frases más insultos, uno de ellos la empuja contra la pared agarrándola fuertemente.

Se queda allí, en el rincón, impotente, llorando, preguntándose qué ha hecho ella para merecer ese maltrato.

Esa chica está indefensa, aquí en España, no puede contarle a nadie lo que le ha sucedido, no puede denunciarlo, sus padres se enterarían de que fuma y en ramadán además, eso para ella implica castigos, y vete tu a saber que más cosas; a veces las amenazas en casa llegan a ser del tipo “Como sigas así, te mandamos a Marruecos”.

Hay que preguntarse si el sistema de tutorías en la escuela funciona realmente. Los profesores deben saber que estas chicas están más expuestas que otras. ¿Cuantas chicas no han confesado que no pueden hablar de temas religiosos en su clase porque tienen compañeros y compañeras musulmanes que las censurarían? Peor aún: hay chicas que se quejan de que sus profesores defienden símbolos como el velo invocando la multiculturalidad. Y ellas, veladas a la fuerza se sienten impotentes, se colapsan y no pueden rebatirlo.

Cuando el ambiente en casa es de opresión, la escuela debería ser el espacio donde esas chicas puedan expresarse realmente. Hace unos días una chica se puso en contacto con nosotras, nos explicaba esto:

Hola, Cómo va? No nos conocemos pero soy una chica marroquí . Tengo una pregunta… últimamente entre mis compañeros de clase sale mucho el tema del islam + hoy un profe ha sacado el tema del hiyab defendiendolo y hablando que desde aqui se tiene una actitud paternalista etc. ya sabes… total, que soy muy timida y me colapso y no digo lo que pienso ni mi experiencia… quería saber si me puedes pasar algunos artículos, noticias o datos que pienses que estaría bien compartir con esta “izquierda progre multicultural” xd esque cansa muchísimo…. y yo ya no sé……. es como que si hablo yo pienso que no vale nada y tengo que utilizar referencias y tengo algunas pero sé que tú conoces bastante sobre esto y es por si me podías recomendar algún artículo, entrevista, lo que sea…

Cabe preguntarse: ¿el profesorado conoce a las alumnas? ¿Se preocupan de hablar en privado con ellas? ¿Qué tipo de confianza han establecido con las alumnas, si ellas no se atreven a hablar en clase, a explicar y rebatirlos desde su experiencia? .

Se entiende que la responsabilidad no es toda del profesor, por supuesto, pero cuando una chica tiene 12 o 14 años, los enseñantes son su referente, o debieran serlo.

Muchas de nosotras, adultas ya, seguimos agradecidas a ese profesorado valiente que organizaba debates a escondidas de la dirección (eran los últimos tiempos de la dictadura) donde por primera vez se nos daba la oportunidad de opinar sobre temas de los que apenas sabíamos nada. Aborto, política, relaciones sexuales… y así aprendíamos a través de ellos que el mundo no se reducía a decir “si mamá, si papá” y a esperar que el futuro que ya habían decidido por nosotras llegase. Gracias a ellos, cada una de nosotras supo que se podía elegir, que en poco tiempo todo cambiaría y lo que creíamos “normal” ya no lo sería porque no lo era, ¡no era normal! Y eso nos lo enseñaron ellos. Tuvimos una buena educación, la que nos permitió sacudirnos los prejuicios, los velos, los tabúes; ellos y nosotras lo logramos juntos.

El colegio, los profesores, deben cuidar mucho qué opiniones vierten en sus alumnos, deben conocerlos, deben saber leer entre lineas, son el espejo donde muchas se miran, todo lo que digan conformará en gran medida su futuro, y sobre todo deben ser el apoyo que no tienen en casa.

Es ramadán. ¿Saben cuántas chicas se ven obligadas a comer a escondidas? Son chicas musulmanas con y sin velo. El control ha llegado a colegios, institutos, universidades, hay compañeros que controlan a otros compañeros… de esto debe ser consciente el profesorado. Las que llevan velo (obligadas, por mucho que incluso ellas se nieguen a reconocerlo delante de extraños) lo tienen mucho peor, comen con vergüenza, si alguna compañera las viese tendrían que dar explicaciones, ellas son la parte visible del islam, ¿como van a traicionar eso en público? Imagínense que a la vergüenza de comer a escondidas se añade la “vergüenza” de pensar que estás traicionando a tu familia, a tu comunidad, a tu fe. Estas chicas sufren, lo pasan mal, lloran a escondidas, ¡hay que ayudarlas!

Desde asociaciones, ayuntamientos, se promueven actos en los colegios para enseñarles a los adolescentes que “la diferencia” es positiva, pero la diferencia, señores profesores, no deben marcarla símbolos o actos que van en contra de los derechos humanos de esas alumnas. ¿Hay acaso asociaciones que se dediquen a explicarle a esas niñas que de verdad son libres? ¿Que pueden contar con su apoyo, que hay mecanismos a su disposición si deciden denunciar a unos compañeros que las agreden e insultan por comer o fumar en ramadán? Desde aquí les digo: Y la buena educación ¿pa cuando?

Mimunt Hamido Yahia

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