El colegio católico malagueño niega discriminación alegando que se ha limitado a aplicar al Reglamento de Organización y Funcionamiento del centro.
El colegio no debe acomodar su reglamento interno a los deseos de una alumna, sino que debe ser ésta la que ha de ajustar su conducta a lo prescrito por el reglamento; de no hacerlo así, la opción es cambiar de colegio. Ésta en sustancia la solución que la Delegación Territorial de Educación de la Junta de Andalucía ofrece a la familia, de origen egipcio, de las dos alumnas del colegio católico La Goleta de Málaga que han sido aisladas por el centro por llevar cubierta la cabeza con el hiyab durante las clases.
La opción de cambiar a otro centro educativo que no tenga esta norma en su reglamento de funcionamiento será «siempre voluntaria», señala Educación.
Los centros, dentro de su autonomía, establecen una serie de normas, también sobre la vestimenta, que reflejan en los Reglamentos Orgánicos de Funcionamiento (ROF), «que son normas de obligado cumplimiento para todo el alumnado que se matricula libremente», precisaron a Europa Press fuentes de la Delegación Territorial de Educación de Málaga.
El Servicio de Inspección ha constatado que, «efectivamente, en ese reglamento está establecida esa norma que prohíbe al alumnado llevar prendas que cubran la cabeza y a partir de aquí, desde la Delegación se media entre la familia y el centro y se ofrecen soluciones», informaron fuentes de Educación.
La posición del centro
Los responsables del centro escolar no han hecho declaraciones, pero sí han difundido un comunicado, también publicado en su página web, cuyo texto íntegro es el siguiente:
“Ante las noticias publicadas en redes sociales y algunos medios de comunicación con relación a una denuncia presentada por una Asociación contra nuestro colegio, con la única finalidad de compartir con la comunidad educativa el punto de vista de la dirección y entidad titular del centro, y dentro de las limitaciones que impone el respeto al derecho a la intimidad de nuestros alumnos y la protección de sus datos personales, les trasladamos lo siguiente:
El Colegio San Juan de Dios La Goleta se ha limitado a aplicar el ROF en cuanto norma de régimen interno que responde a la Autonomía organizativa reconocida a todos los centros por las leyes educativas. El respeto a dicha normativa incumbe a toda la comunidad educativa y la Dirección del centro debe velar por su cumplimiento en un ejercicio de coherencia, con el propósito de ofrecer a nuestros alumnos los cauces adecuados para su desarrollo integral como personas y ciudadanos responsables, conocedores de sus derechos y de sus obligaciones, responsables de las decisiones que hayan de adoptar en el ejercicio de su libertad.
El Colegio San Juan de Dios La Goleta, su dirección y entidad titular están profundamente comprometidos con la libertad religiosa y la cuestión planteada no guarda relación alguna con tales derechos y libertades. Reiteramos que estamos exclusivamente ante el cumplimiento o no del Reglamento de Organización y Funcionamiento.
En todo momento se ha mantenido un diálogo constante con alumnas y familia afectadas, que sólo se ha visto interferido por las actuaciones de personas y entidades que no forman parte de la comunidad educativa. Asimismo, se ha prestado la atención educativa necesaria para evitar cualquier menoscabo académico como consecuencia de la aplicación de la normativa interna del colegio.
Se ha mantenido asimismo, puntualmente informada a la Administración educativa a través de la Inspección de Educación, no habiendo mostrado ésta, tacha alguna respecto al modo de actuar del centro. Lamentamos la inquietud y confusión que las noticias aparecidas hayan podido generar y reiteramos nuestra confianza en el asentado clima de convivencia y confianza recíproca que caracteriza la vida de nuestro colegio”. Hasta aquí el comunicado.
Los denunciantes
Como se sabe, fue la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes quien denunció este lunes la «intimidación» que estaría sufriendo una alumna de un colegio de Málaga capital por llevar el hiyab durante las clases y han acusado al centro de «aislar» a la chica, de 14 años, y a su hermana.
«El pañuelo, la religión y mis estudios son para mí lo más importante y no puedo hacer una cosa sin la otra», aseguró la alumna, pero desde la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes criticaron que la dirección del centro se mostró «tajante e inflexible con permitirle tanto a ella como a su hermana llevar el hiyab, ya que aseguran que el régimen de funcionamiento y organización establece que no es posible hacerlo».