El actor Willy Toledo no ofendió los sentimientos religiosos cuando publicó en Facebook dos posts donde se cagaba en Dios y en la Virgen. Así lo ha decretado la responsable del Juzgado de lo Penal número 26 de Madrid, que ha absuelto al actor de los delitos de los que le acusaba la Asociación de Abogados Cristianos, que le llevó a juicio y pedía para el intérprete una pena de 22 meses de multa.
Esta resolución, que aún puede ser recurrida, marca un punto y aparte en un proceso que se prolonga desde 2017. Abogados Cristianos presentó una denuncia contra Willy Toledo después de que escribiera un mensaje en Facebook de apoyo a las tres mujeres encausadas por sacar en Sevilla una reproducción de plástico de una vagina de casi dos metros —una actuación bautizada como la procesión del coño insumiso—. El post, entre otras cosas, decía: “Yo me cago en Dios, y me sobra mierda para cagarme en el dogma de la santidad y virginidad de la Virgen María”. “Fue un alegato en defensa de la libertad de expresión de mis compañeras”, explicó el actor durante el juicio.
En un segundo mensaje, publicado con motivo de la fiesta nacional del 12 de octubre e incluido también en la causa, el acusado se expresaba en términos similares: “Me cago en el descubrimiento. Me cago en los conquistadores codiciosos y asesinos. Me cago en la Virgen del Pilar y me cago en todo lo que se menea. Nada que celebrar. Mucho que defecar. Boas noites”. “Los dos textos por los que me acusan tienen un contexto político”, añadió Toledo a la juez: “Mi intención era ejercer mi derecho a la libertad de expresión. No ofender a nadie. Ni a los católicos, ni a los musulmanes, ni a los seguidores de la secta del monstruo del espagueti volador”.
“Mis palabras pueden ofender, igual que a mí me ofenden expresiones homófobas y machistas. Pero jamás se me ha ocurrido perseguir a nadie por sus pensamientos políticos”, remachó Toledo en la vista oral, donde la Fiscalía respaldó su absolución. Según argumentó ante la juez el ministerio público, que en un primer momento llegó a impulsar la instrucción contra el actor, en esta ocasión debe prevalecer el derecho a la libertad de expresión, aunque el contenido de los post sea “de dudoso gusto, desabrido y, sin duda, irrespetuoso”.
La defensa del actor ha celebrado la absolución como un “triunfo del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión”. “El pensamiento no delinque, y la expresión escrita o verbal del pensamiento (salvo que aliente a la hostilidad violenta contra determinados colectivos), no debe ser delito, en un país que se entienda respetuoso con los derechos fundamentales”, ha afirmado el abogado Endika Zulueta en un comunicado.
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