Y, mientras tanto, Rouco Varela dirá la misa funeral y no su sucesor, Ricardo Blázquez
El cardenal Antonio María Rouco Varela celebrará en la catedral de La Almudena, el próximo lunes, la solemne misa funeral con motivo de la muerte de Adolfo Suárez, ex presidente del Gobierno. Será un funeral de Estado. Llama mucho la atención, sin embargo, que este funeral no lo presida el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid -recientemente elegido- con el visto bueno del Papa Francisco, presidente de la Conferencia Episcopal Española.
La última intervención notoria de Rouco Varela en la Catedral madrileña se produjo en el décimo aniversario del 11-M. Su homilía o sermón incluyó, por cierto, algunas palabras provocadoras respecto a los atentados y una frasecita que apuntaba implícitamente al Gobierno Zapatero.
Reaccionario de tomo y lomo
Sabido es, hasta el hastío, que Rouco Varela es un reaccionario de tomo y lomo, muy cercano a José María Aznar. La misa de la boda imperial de Ana Aznar y Alejandro Agag fue celebrada a bombo y platillo en el monasterio del Escorial. Todo un espectáculo con la Gürtel en el montaje.
Protestas por el aborto
La Iglesia está estos días orgullosa de que Adolfo Suárez fuera católico y así lo jalea. Basta leer el panegírico que hoy publica sobre el difunto el semanario Alfa Omega, propiedad del Arzobispado de Madrid. Pero los monseñores olvidan deliberadamente su oleada de protestas contra el Gobierno Suárez porque legalizó el divorcio, prohibido por el régimen de Franco y por el episcopado, tras haber sido legalizado gracias a la II República.
Vetado por el cardenal de Toledo
El ministro de Suárez, Fernández Ordóñez, fue el que promovió la ley del divorcio con la bendición naturalmente de Suárez. Fue vetado por el cardenal de Toledo, Marcelo González, un franquista obsesivo, para estar presente y presidir la procesión del Corpus, según la tradición de tan conocida procesión.
La de Dios es Cristo
El retoque de la ley del divorcio, abriendo más el abanico de posibilidades de divorcio, lo protagonizó Rodríguez Zapatero. De nuevo, y como siempre, los curas y sus superiores organizaron la de Dios es Cristo, y nunca mejor dicho. Y, mientras, Rouco Varela erre que erre. Lamentable una vez más.
Dos personas toman fotografías con sus teléfonos móviles de la tumba donde descansan los restos del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y su esposa Amparo Illana, en el claustro de la Catedral de Ávila. EFE
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