Protagonista en programas de fiestas del verano de miles de pueblos. ¿España, país aconfesional?
Estos días veraneo unos días en un pueblo de unos 5.000 habitantes de la Comunidad Valenciana, en la provincia de Alicante. Tiene una población de residentes ingleses y alemanes muy numerosa, por lo tanto personas mayormente no católicas. También un núcleo importante de familias Noruegas. He visto un programa de fiestas en honor de la Virgen –permítame por discreción mantener el anonimato de la población y de la virgen-, lo he ojeado mientras me cortaban el pelo en una de las tres peluquerías del pueblo.
La semana pasada miré otro en distinta población alicantina, con un alto contenido en actos religiosos, ambos son similares en sus contenidos y sobre todo en la forma. Bastante similar al programa de fiestas de otros pueblos en distintas zonas de España como he podido comprobar en años anteriores. Y todos están cargados de un fuerte contenido religioso.
Por ejemplo, en uno de ellos el programa cita:
La página primera la ocupa íntegramente el SALUDA DEL ALCALDE. La organización de las fiestas en honor de la Virgen, está en manos de una Asociación de carácter religioso, forma parte del calendario festivo de la población. El alcalde es del Partido Popular que subvenciona dichos festejos.
La página segunda del programa la ocupa en su integridad el SALUDA DEL OBISPO. Se refiere a las fiestas en honor de la virgen, anunciando días de alegría pero sobre todo de DEVOCION (¿). Aprovecha la ocasión para invitar a sus pobladores a vivir intensamente la liturgia.
La página tres está ocupada íntegramente por el SALUDA DEL CURA. Hace alusión a la virgen que llegó al pueblo en 1760, refiere que cantó la misa el cura D. XX y predicó el prior Fray XX. A la tarde hubo procesión e iluminación en la noche. Cita “que estos días al igual que entonces sirvan para expresar nuestra fe y la devoción a la Virgen”. Concluye “que ella nos siga bendiciendo y amparando”.
La página cuatro la ocupa el SALUDA DE LA COFRADIA organizadora de estas fiestas en el pueblo. Dice que sirvan para transformar los valores del evangelio con el amor a nuestra madre la Virgen, nuestra fe en Jesús y que él nos dé su paz.
El contenido del programa oficial de fiestas, se completa entre varios actos religiosos otros como feria agrícola, partidos de fútbol, teatro, cenas de verano, etc. Continúa:
Del 6 al 14 de Julio:
Novena en honor a la Virgen
Domingo 8 de Julio:
6,30 Rosario de la Aurora (al finalizar la Santa Misa)
Viernes 13 de Julio
21,30 Serenata de la Coral Virgen del XX , Patrona de la localidad
Domingo 15 de Julio:
8,00 Volteo general de campanas
20,00 Santa misa solemne
21,00 Procesión de alabanza
Lunes 16 de Julio:
8,00 Volteo general de campanas
20,00 Santa misa en honor de la virgen e imposición del escapulario
Viernes 20 de Julio:
20,00 Celebración de la eucaristía.
Las fiestas están patrocinadas y financiadas por el ayuntamiento de la localidad.
Se dice que un Estado es aconfesional cuando no se adhiere y no reconoce como oficial ninguna religión en concreto, aunque pueda tener acuerdos con determinadas comunidades religiosas. España se considera así “aconfesional”desde 1.978 con la aprobación de la Constitución Española. “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. No obstante los poderes públicos tendrán en cuenta las diversas creencias religiosas de la sociedad española”. Constitución Española art. 16.3
Llegados a este punto se preguntarán Ustedes si a la vista del programa de festejos citados, y de su financiación, esto se cumple. Si dicho programa respeta la diversidad de creencias, incluso las de los que no creen en ninguna religión. Aquí comenzamos a dudar si la etapa franquista ya ha pasado o todavía permanece en sectores de nuestra sociedad.
Con dinero público se financian una serie de actividades de carácter religioso. El alcalde apoya totalmente dicho programa. A las personas practicantes de otros cultos se les ignora totalmente.
Conviene decir que en España el Tribunal constitucional establece el mandato constitucional de tener en cuenta el hecho religioso en atención al factor social y la obligación de colaborar con las diferentes confesiones. Lo que hace en la práctica muy confuso los límites de lo aconfesional, lo laico, etc. En la práctica los apoyos van dirigidos a la confesión católica exclusivamente.
En 1.979 se firmaron los acuerdos con la Santa Sede. La constitución española no habla de una separación completa entre Iglesia y Estado. En cambio si habla de que ninguna confesión tendrá carácter estatal. Somos un Estado aconfesional, que no laico. Bueno la verdad es que se aprovecha este galimatías para continuar desarrollándose las prebendas de la iglesia como en tiempos de la dictadura. El primer Concordato fue en el año 1.953, posteriormente en 1.976 y el último en 1.979, hace ya 39 años. Momento actual para ser actualizado o rechazado definitivamente. La sociedad española ya no es la misma. Es una sociedad madura y progresista que desea cambios importantes en muchos aspectos sociales.
Uno se sigue preguntando bastantes cosas. Como por ejemplo. ¿Por qué las banderas del Ministerio de Defensa ondean a media asta por la muerte de Cristo en la Semana Santa? ¿No somos un Estado aconfesional? Los acuerdos de cooperación con las religiones minoritarias están descafeinados si los comparamos con los de la Iglesia Católica. Qué coño tiene que ver la muerte de Cristo con las actuaciones del ministerio de defensa. O en el ministerio se sigue creyendo en los milagros.
Seguimos siendo un país de advocaciones de Santos y Santas, indultos penales a petición de Hermandades y cofradías, banderas a media asta en cuarteles de un ejército supuestamente constitucional y aconfesional, televisión pública con una programación nazarena y catolicísima, juramentos en nombramientos a cargos públicos sobre biblias y crucifijos, exención habitual ordinaria de impuestos a la Iglesia Católica que se impone incluso en sus negocios privados. Es la defunción en la práctica del Estado aconfesional. El régimen franquista en este sentido mantiene sus estandartes del pasado. Fuente El Diario.
Hay una clara falta de decisión política para acometer una profunda reforma y evitar que el buen españolismo vaya unido a la cruz, al sable y a la corona tradicional. También nos encontramos ante un PSOE muy conservador y un Ciudadanos –en búsqueda de su identidad- con un discurso cambiante. Una izquierda que por lo que parece no comprende la importancia de la división Iglesia-Estado. Una Iglesia Católica española muy conservadora que intenta sacar lo mejor de la indefinición del Estado. Fuente El Diario.
Necesitamos una mayoría social adaptada a los tiempos que corren, con leyes modernas, libertad religiosa y de conciencia, actualización de los acuerdos con la Santa Sede o derogación de los mismos – esto mejor que lo otro-, lo que mejor convenga a todos, TODOS los españoles. Impuestos para todas las empresas, incluidas las de propiedad eclesiástica, que son cuantiosas, y eso es un flagrante trato de favor. Eliminación de las capillas católicas en todos los hospitales públicos, de las ingentes ayudas a la enseñanza concertada con idearios religiosos. Hasta cuando la financiación del 0,7% en el IRPF a la Iglesia Católica.
Mientras tanto seguiremos viendo programas de fiestas como el que he referido. Alcaldes y Guardia Civil presidiendo la fiesta del Corpus por ejemplo y banderas a media asta en Semana Santa. Y solo el 10% de los considerados católicos siguen cumpliendo el domingo con la misa. Aconfesionalidad, pero de boquilla. Vergonzoso y lamentable. La España casposa.