El crecimiento de la religión evangélica está cambiando el mapa religioso del país.
En las últimas dos décadas, el evangelismo ha experimentado un crecimiento impresionante en España. Lo que antes era una religión minoritaria, que representaba solo al 0,2% de la población en 1998, hoy ha alcanzado casi el 2%, sumando más de 1,5 millones de fieles. Esta expansión está estrechamente ligada a la llegada de inmigrantes, sobre todo de América latina, y ha convertido a los evangélicos en la segunda confesión religiosa más numerosa, por detrás del catolicismo.
Un fenómeno impulsado por la inmigración
El flujo migratorio desde países latinoamericanos y africanos ha sido uno de los principales motores de este crecimiento. Durante el auge económico de España a principios del siglo XXI, miles de inmigrantes llegaron al país buscando nuevas oportunidades, trayendo consigo sus creencias y costumbres. Una gran parte de estos inmigrantes profesaba la fe evangélica, lo que ha facilitado la proliferación de iglesias y centros de culto en todo el país.
Cataluña, Madrid y Andalucía son las comunidades autónomas con mayor número de lugares de culto evangélicos, con más de 900 en Cataluña y cerca de 800 en Madrid. Este aumento no solo ha respondido a la inmigración, sino también a la capacidad de las iglesias evangélicas para adaptarse a la labor social, ayudando a personas marginadas y a colectivos vulnerables como drogodependientes.
El crecimiento de la iglesia evangélica también está ligado al impacto en la comunidad gitana desde los años 60, ya que la iglesia Filadelfia, de tradición gitana, es la más numerosa, con aproximadamente 1000 lugares de culto.
Además, desde la década de los 80, el trabajo social con personas en situación de drogadicción y marginalidad ha propiciado la creación de nuevas iglesias tanto en España como en otros países. Este desarrollo se ha visto reforzado por el énfasis misional y el concepto de “sacerdocio universal”, característico de las iglesias evangélicas, que operan con una estructura democrática, autónoma y adaptable culturalmente.
La expansión de las iglesias
El crecimiento de las iglesias evangélicas ha sido asombroso. En 2000, había menos de 1000 congregaciones registradas; hoy, la cifra supera las 4300, dispersas por más de 800 municipios. Esta cifra coloca al evangelismo como la religión minoritaria con más lugares de culto en España, muy por delante del islam, que tiene alrededor de 1750.
Este fenómeno ha transformado la demografía religiosa española, especialmente en regiones donde históricamente predominaba el catolicismo. Para muchas personas, la estructura más flexible y participativa del evangelismo ha resultado atractiva, especialmente para aquellos que se sienten desconectados de las iglesias más tradicionales.
Impacto en la política y la sociedad
El crecimiento del evangelismo no solo se ha limitado al ámbito religioso. En los últimos años, algunos líderes evangélicos han comenzado a tener mayor presencia en la esfera política, aunque la mayoría de las congregaciones mantienen una posición neutral. A nivel electoral, los evangélicos representan un grupo significativo, especialmente entre los inmigrantes latinoamericanos, y su influencia en algunas decisiones políticas empieza a ser notable.
Este avance es solo una muestra de cómo el mapa religioso de España ha cambiado radicalmente en las últimas dos décadas. Si bien el catolicismo sigue siendo dominante, el evangelismo ha logrado consolidarse como una fuerza religiosa con un crecimiento sostenido, y todo indica que su influencia continuará aumentando en los próximos años.