En la jornada de hermandad del 2006 las 10 diócesis catalanas recaudaron 1,3 millones
La Iglesia catalana aspira hoy a recibir un espaldarazo de la feligresía en forma de donativos. Coincidiendo con la jornada dominical, las iglesias organizan la denominada colecta de hermandad (germanor), en la que se apela a la generosidad de los creyentes. Las 10 diócesis catalanas recaudaron hace un año 1,3 millones en un día como hoy. La mayor de ellas, Barcelona, recogió 534.000 euros, el 27% más que un año antes.
El delegado diocesano de Economía, Antoni Matabosch, confía en que la tendencia al alza se confirme. Pero aunque así sea, urgencias como la revisión del magro sueldo de los 650 sacerdotes de la demarcación, ligeramente por encima de los 700 euros mensuales, tendrán que esperar. Matabosch argumenta que una mejora salarial a partir de las donaciones discrecionales no es realista. Hacen falta "ingresos recurrentes", o sea, una financiación estable que garantice el pago de la nómina.
PATRIMONIO INMOBILIARIO
Una de claves para salir a flote es "sacar mayor partido" al patrimonio inmobiliario, "de una manera ética", subraya Matabosch. Desde la revisión de alquileres a los herederos con recursos de aquellos a los que se les cedió o arrendó una vivienda, hasta la posibilidad de levantar uno o más pisos en dependencias eclesiásticas de una sola altura. "Hay mucho camino por recorrer", confiesa Matabosch, que desde que cogió las riendas de las finanzas hace dos años ha sorteado los números rojos. Las donaciones han tenido mucho que ver.
Al lado de la colecta extraordinaria de hoy, las parroquias lograron el año pasado que los donativos crecieran otro 23%. Paralelamente, unos 7.000 benefactores entregan una cantidad fija anual, pero ese es un modelo en retroceso porque muchos de los cooperantes son de edad avanzada. Las aportaciones procedentes de la declaración de la renta tampoco resuelven la papeleta: solo cubren una cuarta parte de los 16 millones anuales de presupuesto.