La Iglesia Anglicana ha sancionado a su rama escocesa, la Iglesia Episcopal de Escocia, por haber reconocido el matrimonio homosexual y por haber celebrado este sacramento en sus iglesias.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha confirmado en una reunión de dirigentes anglicanos que lo obispos de esta Iglesia han aplicado las mismas sanciones a la rama escocesa que las aplicadas a la Iglesia Episcopal de Estados Unidos el año pasado, informa AFP.
“El obispo Mark Strange (primado de la Iglesia Episcopal de Escocia) anunció en su presentación inicial que esperaba que pasara eso y lo aceptaba. Me correspondía decidir sanciones y eso es lo que se hará, como hice en 2016”, ha explicado Welby.
La Iglesia Episcopal de Escocia votó en el mes de junio retirar de su doctrina la frase que estipula que el matrimonio es la unión “entre un hombre y una mujer”. Desde entonces, esta Iglesia ha celebrado varios matrimonios entre personas del mismo sexo en Edimburgo, Glasgow y en la provincia de Moray, en el norte del país, convirtiéndose en la primera iglesia anglicana de Reino Unido en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
A cambio de permitir estas uniones, se añadió una cláusula de conciencia en la normativa que permite al clero renunciar a oficiar matrimonios entre personas homosexuales.
“Reconozco que esta decisión haya podido provocar furia o dolor en la comunidad anglicana”, dijo Strange antes de recibir la sanción, añadiendo que buscará “reconstruir la relación” entre la Iglesia Anglicana y su rama escocesa a pesar de sus diferencias.
La cuestión del matrimonio entre personas del mismo sexo o de la ordenación de sacerdotes homosexuales divide desde hace años a los miembros de la Iglesia Anglicana, entre las ramas más liberales de Estados Unidos o Reino Unido y las más conservadoras, como las de Kenia o Nigeria.