Según el diario La Nueva España, “El Principado [de Asturias] apoyará al Ayuntamiento de Oviedo para que la exposición sobre la Sábana Santa de Turín, que el equipo de gobierno municipal (PP) quiere exhibir durante los meses de verano en la plaza de la Catedral, aterrice en la ciudad. Para ello el Ejecutivo que preside Javier Fernández (PSOE) concederá una subvención de 25.000 euros al Ayuntamiento para sufragar los gastos de la exposición, que se calcula que rondarán entre los 70.000 y los 80.000 euros” (nota 1).
Por lo que parece, para el PP y el PSOE de Asturias, exhibir un trapo de la edad media y hacer creer que es el sudario en el que se envolvió a Jesús de Nazaret hace 2.000 años bien vale ese dinero. Cosas como estas son las que nos recuerdan las diferentes formas de valorar y actuar que hay en política. Mientras hay políticos que intentan frenar los desahucios, como en Andalucía, otros como los asturianos prefieren tirar el dinero público a la basura de la pseudociencia y la mentira pura y dura como es la relativa al trapo de Turín. Si realmente fuera el sudario que dicen que es, o hubiera el mínimo atisbo científico de que pudiera serlo, tal vez pudiera justificarse el gasto como difusión cultural, similar a cualquier otro gasto de exhibición de restos arqueológicos o históricos (incluso en tiempos de crisis económica no podemos devaluar la cultura). Pero es que en el asunto del dichoso trapo la única evidencia es esa: que es un trapo, y además de la edad media, y que en él jamás se envolvió el cuerpo de Jesús de Nazaret. No es una cuestión de fe, es una cuestión de hecho, científica: los resultados obtenidos datan el trapo en el siglo XIV (nota 2). No pudo ser el sudario que cubría a Jesús de Nazaret tras morir. Punto y final.
El dogma de la trinidad sí es una cuestión de fe, pero el trapo de Turín no: no hay forma de comprobar si Dios es uno y trino o si no lo es (si es que existe, que esa es otra), es asunto de fe, pero con el trapo pasa como con “Lucy” o con el “hombre de Piltdown”, que son cuestiones de hecho sobre las que sí cabe un veredicto científico. Los restos fósiles conocidos como “Lucy” son auténticos restos de una australopitecina de hace 3 millones de años; el “hombre de Piltdown” fue un fraude que se hizo pasar por un antepasado del ser humano hasta que se descubrió su falsedad. Seguir exhibiendo el trapo de Turín es seguir fomentando la mentira, es como si siguiéramos exhibiendo al “hombre de Piltdown” como el eslabón perdido. ¿Implica el fraude del hombre del Piltdown una prueba contra la evolución de las especies? No, solo que ese montaje en particular fue un fraude de la época. ¿Implica el trapo de Turín una prueba contra el cristianismo? No, solo que ese trapo en particular es otro fraude. Ni más ni menos. El problema es cuando hay quienes se empeñan en continuar con el montaje y de paso hacer negocio: entre 70.000 y 80.000 euros por la exposición de un trapo que es más falso que un billete de siete euros.
Y más grave aún es que los poderes públicos den apoyo y dinero público a estas falsedades. Que lo haga el PP es en parte comprensible por su fanatismo religioso y su reticencia a ser un partido político de derechas pero moderno en el sentido de laico, como pueda serlo la UMP francesa. Sin ir más lejos, el ex concejal de Alcázar de San Juan y ahora diputado regional, Juan Francisco Sánchez Espinosa, viene difundiendo lo que para mí es el mito del trapito (nota 3), claro que para él no será un mito, como si fuera cuestión de opiniones y no de hechos científicos, pero bueno, allá él. ¡Pero que el PSOE asturiano se apunte a la mentira y encima la pague! Aunque tampoco es de extrañar para quienes en Castilla-La Mancha hemos sufrido los gobiernos confesionales de un Bono o un Barreda. De cualquier forma, todavía queda mucho en este país para lograr una auténtica aconfesionalidad de las instituciones públicas, y mucho más para erradicar la superstición y la pseudociencia que tanto arraigo tienen incluso entre nuestros gobernantes. Baste recordar que el general golpista y fascista Francisco Franco tenía como amuleto la supuesta mano incorrupta de santa Teresa de Jesús en su palacio. Esperemos que a nuestro confesionalísimo alcalde no le dé por colocar en el ayuntamiento uno de los varios santos prepucios del niño Jesús que varias iglesias en el mundo afirman poseer.
Nota 1: La Nueva España, 26/05/2013: “El Principado financiará parte de la exposición sobre la Sábana Santa”: http://www.lne.es/oviedo/2013/05/26/principado-financiara-parte-exposicion-sabana-santa/1417858.html
Nota 2: para quien quiera profundizar en el asunto de la llamada sábana santa, es muy recomendable el libro “La sábana santa, ¡vaya timo!”, de Félix Ares de Blas (Editorial Laetoli, 2006): http://www.laetoli.net/vaya-timo/51-la-sabana-santa-vaya-timo-felix-ares.html
(Publicado en el semanario El Semanal de la Mancha, sección Opinión, 16/08/2013)