La Fundación Ferrer i Guàrdia ha reivindicado una educación laica ante el plan piloto de la Generalitat de introducir clases de religión islámica en las escuelas públicas catalanas.
El presidente de la Fundación, Joan-Francesc Pont, ha advertido de que la presencia de la religión en la enseñanza «puede dividir ciudadanía por comunidades», tras el acto del 111º cumpleaños del fusilamiento de Francesc Ferrer Guàrdia este martes.
También Pont ha indicado que es «un síntoma que nuestra sociedad acepte sin una excesiva discusión que los niños sean clasificados según las creencias de sus padres».
El presidente de la Fundación ha evidenciado la importancia de un modelo de escuela laica donde «se aprenda el valor de la igualdad, la diferencia, la solidaridad y que genere buenos ciudadanos».
La entidad históricamente se ha mostrado contraria al papel de la religión católica en la escuela y ha denunciado la presencia de cualquier asignatura de carácter confesional en los centros educativos sostenida con fondos públicos.
En esta edición de la ofrenda floral también se ha celebrado el 30º cumpleaños de la inauguración del monumento a Ferrer y Guardia, la estatua en Montjuïc se inauguró el 13 de octubre de 1990 por el alcalde Pasqual Maragall, donde participaron el embajador de Bélgica en España y el teniente de alcalde de la ciudad de Bruselas.
Como efeméride del primer reconocimiento público en la ciudad de Barcelona a la figura de Ferrer i Guardia, en el acto ha participado el regidor del distrito de Sants, Marc Serra, quien ha recordado la importancia de preservar la memoria del pedagogo catalán.
«Es un monumento internacional que habla de la fraternidad y la solidaridad que generó el fusilamiento de Ferrer y Guardia», ha añadido Serra.
Además, ha defendido su obra pedagógica, puesto que en sus palabras, «representaba una punta de lanza modernizadora de la educación con la formación de maestras, la apertura de escuelas y bibliotecas».
La última intervención del acto ha estado a cargo de Pilar Gargallo, presidenta de la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Cataluña, quien ha reivindicado los valores de la Escuela Moderna de Ferrer y Guardia.
«A pesar de que hayan pasado más de ciento años, de los postulados de Ferrer y Guardia seguimos luchando hoy en día para conseguir una escuela democrática, inclusiva, científica, coeducadora y laica», ha afirmado Gargallo.
La presidenta ha asegurado que se tiene que defender la escuela pública como un «santuario laico y como un lugar de transmisión de conocimientos universales».
En la ofrenda floral de este año, marcada por las medidas de prevención sanitarias, han participado representantes del Ayuntamiento de Barcelona y de Alella, así como de una veintena de entidades del sindicalismo, el mundo educativo y asociaciones laicistas y humanistas.
