La causa abierta contra Willy Toledo da un nuevo coletazo. La fiscalía envió un escrito al juzgado de instrucción número 11 de Madrid, que ya procesó al actor por cagarse en Dios y en la Virgen María, para ampliar los mensajes objeto de la investigación. Según consta en el documento fechado el pasado 9 de octubre, el ministerio público pide que se analice la repercusión de dos entradas de Facebook en las que el intérprete critica la Semana Santa y el dogma de la Inmaculada Concepción. Una solicitud que se ha rechazado, pero que revela la actitud de la fiscalía, según argumenta el abogado del imputado: «Se sitúa en las antípodas de la defensa de la libertad de expresión, intentando formular una acusación más acorde con los parámetros manejados en su momento por la Santa Inquisición, que por los de una fiscalía de un Estado aconfesional del siglo XXI».
El instructor procesó a finales de septiembre a Toledo por un presunto delito contra los sentimientos religiosos, contemplado en el artículo 525 del Código Penal y que prevé multas de ocho a doce meses. El juez lo hizo en base a dos mensajes insertados en su muro de Facebook el 5 de julio de 2017, donde decía: «Yo me cago en dios, y me sobra mierda pa cagarme en el dogma de la santísima y virginidad de la Virgen María» [sic] y «Me cago en la Virgen del Pilar y me cago en todo lo que se menea». Tras comunicar su decisión a las partes personadas en el procedimiento, la acusación particular —ejercida por la Asociación Española de Abogados Cristianos— anunció que pediría la imposición de una multa de 22 meses al actor. La fiscalía respondió con una solicitud de más diligencias.
El ministerio público, en dicho escrito del 9 de octubre, requirió al juez que se encargara un informe a la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía sobre la difusión y contenido de varios mensajes. Además de los del 5 de julio, quería que se estudiaran otros dos fechados el 14 de abril y 6 de julio de 2017, y si tenían «la misma entidad», se considerase «necesario la ampliación del auto [de procesamiento]».
El primero de ellos reza así, según consta en el documento enviado por la fiscalía, al que ha tenido acceso EL PAÍS: «Sobre las procesiones de Semana Santa. A quienes defienden este circo de los horrores con argumentos como ‘al que no le guste que no vaya’, recordarles que el show este nefasto se hace en la calle, no en vuestra calle. Que se hace gracias al dinero público, no a vuestro dinero. Que si queréis oscurantismo, superstición, misoginia o sufrimiento, os flageléis en una puñetera iglesia y lo paguéis con vuestro puñetero dinero. Que si yo ofendo vuestros sentimientos religiosos, vosotros ofendéis mis sentimientos ateos. Que si lo que os pone verracos es daros un pingüi [sic] con un señor torturado en una cruz sobre vuestros hombros y dejaros allí las clavículas, os vayáis al puto circuito de Jerez y os jarteis allí de dar vueltas, que ya vas a ver que dabuten os lo vais a pasar».
El segundo post de Facebook, escrito el 6 de julio del pasado año, añade: «Entre 1854 y 1962, la santa iglesia católica apostólica pederasta y romana se inventó la penúltima historia de ciencia ficción. De otra cosa no, pero de imaginación van sobrados los hombres de las cavernas».
«La fiscalía no solo considera que es un acto delictivo escribir ‘me cago en Dios’ y ‘me cago en la virgen del Pilar’ (o, al menos que lo haga Willy Toledo), sino que considera que es igualmente delictivo criticar satíricamente las procesiones de Semana Santa y calificar el llamado ‘dogma de la Inmaculada Concepción’ como ‘historieta de ciencia ficción», ha criticado Endika Zulueta, abogado del actor, que ha explicado que el juez ha rechazado la pretensión del ministerio público, aunque sí ha aceptado que se haga un informe policial limitado a los dos mensajes por los que se procesó al intérprete.