El 18 de julio de 1936, parte del ejército español se sublevó contra la Segunda República, desencadenando la Guerra Civil hasta 1939, momento en el que Francisco Franco, al mando de este alzamiento militar, ganó la guerra e instauró una dictadura de inspiración fascista que duraría hasta su muerte en 1975. Desde entonces, cada 18 de julio, grupos neofascistas celebran el aniversario este golpe de estado.
Así, ya hay organizados varios actos por toda la geografía española: concentraciones, misas en honor al dictador, comidas, etc., y que suelen estar ornamentados de simbología franquista. En este sentido, el partido neofascista España 2000, liderado por José Luis Roberto Navarro, ha organizado una comida popular en València, sede de la formación. En un vídeo divulgado por el partido y referenciado en el diario Público,la delegada de Horta Nord del partido explica que «es posible que la Ley de Memoria Democrática» sea un obstáculo para seguir organizando estos actos, por lo que están preparando una celebración grande ante esta posibilidad.
«El aparato represor social-comunista contra los patriotas no para, pero no nos van a callar, tenemos la razón de nuestro lado, somos patriotas y estamos dispuestos para la lucha y el sacrificio», han afirmado compañeros del partido en una declaración. Y es que, la nueva Ley de Memoria Democrática, que ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados, multa con hasta 150.000 euros actos de exaltación del franquismo.
España 2000 suele conmemorar todos los años el golpe de estado de Franco. El año pasado, su líder José Luis Roberto animó a sus seguidores a «tirar el gobierno a hostias» e «instaurar un estado fascista» en la celebración.
El Movimiento Católico Español, liderado por José Luis Corral, también es habitual en la celebración de este aniversario, celebrando una misa en el Valle de los Caídos. Este año, alquilarán un autocar el 17 de julio que los llevará a este lugar, después una visita al Arco de la Victoria, luego otra al panteón de Franco en el cementerio de Mingorrubio y una comida en el Chino Franquista, un restaurante que regenta un chino conocido por sus ideas de extrema derecha.
Según los organizadores, los actos cuentan con el apoyo de otros grupúsculos de corte neofascista y franquista como Fuerza Nueva Andalucía, Santander Patriótico, Resistencia Cristiana y Gerona Inmortal. El MCE ha anunciado que, en el Arco de la Victoria, realizarán también un «acto de protesta contra las leyes de memoria histórica y democrática».
Por último, en Sevilla, la Junta Regional de la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC) ha programado una «jornada de recuerdo y homenaje». El citado diario Público ha podido saber que el acto tiene dos objetivos: «recordar la muerto de Carlos VII y vanagloriar «el Alzamiento Nacional que dio origen a la Cruzada de 1936 en la que tantos requetés entregaron su sangre por Dios y por España». Los requetés fueron la fuerza paramilitar del movimiento carlista, que participaron activamente en la Guerra Civil del lado de sublevado y apoyaron el golpe de estado.
La iglesia de San Alberto será escenario de una misa «por el eterno descanso de todos ellos», tras lo cual se reunirán en la sede del partido.
Las protestas contra la Ley de Memoria Histórica
Un punto común este año de todas las fuerzas franquistas que conmemorarán el golpe de estado es la protesta contra la Ley de Memoria Democrática. Con 173 votos a favor, 159 en contra y 14 abstenciones, esta ley se aprobó el pasado 14 de julio. La norma, que no tenía visos de prosperar, ha podido salir gracias al acuerdo del PSOE con Unidas Podemos y posteriormente con un amplio acuerdo de sus socios de coalición. El voto esencial fue el de Bildu quién, tras una última enmienda acordada con Más País, ha sumado sus votos a la reforma.
Esta Ley de Memoria Democrática viene a mejorar la Ley de Memoria Histórica de Zapatero, creando, ampliando y modificando distintos puntos de la ley que viene a sustituir. Eso sí, por contrapartida, esta ley ha contado de escaso consenso y de una furibunda oposición de la derecha española con el rechazo total por parte de Partido Popular (PP), Vox y Ciudadanos (Cs).
Los cambios que introduce esta ley atacan con fuerza el periodo franquista, declarándolo ilegal (así como todas sus sentencias), obligando a las administraciones a investigar las fosas comunes y a los represaliados por el franquismo o ampliando el concepto de víctima del régimen franquista. Otro de los puntos más polémicos es que los puntos de culto franquista pasarán a ser puntos de memoria contra el franquismo, lo que provocará que el Valle de los Caídos pase a llamarse Valle Cuelgamuros.
Así, no es de extrañar que esta norma haya provocado la indignación de la extrema derecha, que la ha tachado de ley antidemocrática, revisionista y revanchista, entre otras lindezas.