El taller de restauración que promueven el Obispado y la Diputación ha comenzado a trabajar en las primeras 14 obras, procedentes de parroquias y del Museo Diocesano, aunque el objetivo es alcanzar las cuarenta intervenciones hasta el 30 de abril, cuando finalice. El taller es fruto del acuerdo entre el Obispado, titular de los bienes, y la Diputación Provincial, que aporta 180.000 euros. Diez restauradores titulados fueron seleccionados para actuar en este nuevo proyecto.
El obispo de Palencia, Manuel Herrero, y la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, han conocido este miércoles el proceso de restauración de las primera obras en el taller, que se encuentra ubicado en el Seminario Menor San Juan de Ávila.
El obispo destacó que el taller es un reflejo de las «obras maravillosas» que posee la Diócesis de Palencia, que hay que «valorar, restaurar y entregar a las nuevas generaciones en el mejor estado posible». Herrero añadió que el trabajo que realizan las restauradoras es «admirable y redunda en el bien de esta Palencia noble y leal».
Por último, el prelado señaló que «estas obras expresan la fe de los que nos precedieron», e instó a admirarlas para remontarnos al creador de toda la belleza para que se adhieran a la fe y entregarla a los que nos sucedan».
Por su parte, la presidenta de la Diputación constató el doble compromiso de la institución: con la renovación de un convenio que genera empleo de especialistas y con la cultura de Palencia. «Las instituciones debemos ayudar a conservar este patrimonio para su conservación», agregó.
El delegado de Patrimonio Artístico de la Diócesis, José Luis Calvo Calleja, señaló que las obras que se han seleccionado hasta ahora abarcan desde el siglo XIII al XVII. «La idea es que todos los arciprestazgos aporten obras para su restauración», apostilló. Sobre los criterios para elegir las piezas, Calvo Calleja, los resumió en tres: «Las obras son muy importantes, necesitan una restauración urgente y pertenecen a pueblos que no tienen recursos para sufragar estas restauraciones».
Una de las novedades de este año es que el taller de restauración de los textiles ya no se encuentra en la Escuela de Arte Mariano Timón, sino que se ha trasladado al mismo seminario menor por una cuestión de operatividad y comodidad. Dos de los restauradores están centrados en la vestimentas litúrgicas y el resto, en la pintura y la escultura.
La diputada de Cultura, Carmen Fernández Caballero, recordó que el taller esta abierto también a que se intervenga en algunas obras civiles que sean de titularidad de los ayuntamientos. También anunció que la exposición que habitualmente se organiza para mostrar el resultado de las restauraciones este año se demorará para que no coincida con Las Edades del Hombre en Aguilar de Campoo, puesto que algunas de estas piezas formarán parte de la misma.
Entre las esculturas que se encuentran ahora en proceso de restauración destaca una Inmaculada de Quintanilla de la Cueza, del siglo XVI; un San Jerónimo, de Paredes de Nava, del siglo XV; una talla del siglo XIII de Muñeca y un Cristo Crucificado que pertenece a un calvario procedente de la parroquia de Frechilla.
Las pinturas proceden de Carrión de los Condes, una preciosa Virgen con el Niño, del siglo XVI; Palencia, San Jerónimo, del siglo XVII, y una Inmaculada, del siglo XVI; Quintanilla de la Cueza, una Oración del Huerto, del siglo XVII, y Alba de Cerrato, dos tablas de Juan de Villoldo, que representan la Oración del Huerto y el Descendimiento.
Los textiles son dos dalmáticas de Lomas de Campos y otra de Población de Campos, esta de uso funerario, todos ellas del siglo XVI.