Colegio de los Jesuitas
Las exenciones con las que cuenta la Iglesia propician que de los 1,4 millones de euros que debería de pagar por todos sus edificios en la capital tan solo desembolse 32.000 euros. Su patrimonio inmobiliario tiene un valor catastral de 171 millones de euros, según datos del año 2015.
Pero si hay algo llamativo es que la Catedral no es el bien más preciado de la Iglesia Católica, que está tasada en 3,6 millones de euros, sino el Colegio de los Jesuitas, cuyo precio de tasación es de 14,3 millones de euros. Le sigue, por orden de valor, la residencia de ancianos de las Hermanitas de la Caridad y el Seminario Menor, que alcanzan los 12 millones de euros. Después están el convento de los Capuchinos y su centro de FP, que asciende a más de nueve millones de euros.
En resumen, la diócesis y sus congregaciones suman 251 propiedades, entre las que se cuentan 117 viviendas y doce parcelas; en este listado entran las 23 iglesias que hay repartidas por todo el municipio, desde modestos templos en las pedanías a riquezas de incalculable valor como la Basílica de San Isidoro.
A estos bienes se suman inmuebles por valor de 18 millones de euros, principalmente destinados a centros sociales en los que se desarrolla una asistencia básica a los sectores de población más vulnerables.
Respecto a las propiedades destinadas a servicios sociales, y aunque cobran por ellos, la diócesis se libra de pagar un recibo de 181.890 euros solo en concepto de Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) dado su carácter asistencial.
Tampoco se paga por la mayoría de viviendas, garajes, trasteros y solares urbanos adscritos al obispado, entre los que se encuentran pisos habitados por sacerdotes.
Por otros bienes, el Ayuntamiento recauda 14.000 de los 100.000 euros que le correspondería.