Al parecer el Ayuntamiento de Palencia donde había cuatro concejales adscritos al Círculo Católico, había acordado a primeros de enero de 1929, otorgar una subvención a dicho Círculo de quinientas pesetas anuales para atenuar la crisis de trabajo.
El Círculo Católico de obreros se componía, según informaba el corresponsal de El Socialista, de dos docenas y medias de afilados, que, y siempre según nuestra fuente, no sufrían el paro porque por su condición de católicos nos les faltaba colocación.
Pero la Casa del Pueblo de Palencia tenía quinientos asociados, y no merecía subvención alguna, a pesar de contar con muchos parados.
Así se denunciaba en el número del 9 de enero de 1929 de El Socialista.