Cuomo había restringido la asistencia a servicios religiosos en el Estado de Nueva York por la pandemia
La Corte señala que esas restricciones violaban la protección constitucional al libre ejercicio de la religión
La nueva mayoría conservadora de la Corte Suprema de Estados Unidos se ha puesto del lado de las organizaciones religiosas en Nueva York y les ha dado la razón frente al gobernador del estado, Andrew Cuomo. Por 5 votos a 4, la Corte ha prohibido las restricciones a los servicios religiosos en Nueva York establecidas desde el pasado viernes por Cuomo para combatir la propagación del covid-19.
La decisión fue la primera en la que la nueva integrante de la corte, la jueza conservadora Amy Coney Barrett, jugó un papel decisivo, tras reemplazar a la fallecida juez liberal Ruth Bader Ginsburg.
«Las restricciones en cuestión aquí, al prohibir efectivamente que muchos asistan a servicios religiosos, golpean el corazón mismo de la garantía de libertad religiosa de la Primera Enmienda de la Constitución«, han señalado, según recoge The Washington Post. Llega en medio de un aumento preocupante de contagios de coronavirus y de hospitalizaciones en Estados Unidos.
El fallo manifiesta una opinión totalmente contraria a otros anteriores relativos a las iglesias de California y Nevada. En esos casos, decididos en mayo y julio, la Corte permitió a los gobernadores de los estados restringir la asistencia a los servicios religiosos.
Restricciones por zonas
Las restricciones decretadas por Cuomo define «zonas rojas» cambiantes, donde el riesgo de coronavirus es mayor, y donde no más de 10 personas pueden asistir a los servicios religiosos. En las «zonas naranjas» ligeramente menos peligrosas, la asistencia se limita a 25. Esto se aplica incluso a las iglesias que pueden albergar a más de 1,000 personas.
El presidente de la Corte, según el diario The New York Times, expresó que «los límites de capacidad numérica de 10 y 25 personas, dependiendo de la zona, parecen indebidamente restrictivos», aunque «no es necesario que nos pronunciemos sobre esa grave y difícil cuestión en este momento».