Los 6.000 centros de Escuelas Católicas Concertadas se quedaron de piedra al conocer que la ministra de educación en funciones Isabel Celaá había manifestado ante los más de 2000 asistentes a su congreso que la pretensión de que todos los centros católicos concertados gocen de financiación publica no cuenta con amparo constitucional.
Parece difícil de entender que el «lobby» católico en el que encuentran sectores sociales muy acomodados y «muy leídos», sigan ignorando que España desde 1978 no es un estado confesional y no hay religión de estado, y que también sigan ignorando el art. 27 de la Constitución y su jurisprudencia constitucional.
La Constitución sí ampara una programación general de la enseñanza para garantizar el derecho de todos a la educación- art. 27,5 – y consecuentemente la creación de una red pública de calidad, gratuita, que se extienda a todo el territorio desde los rincones rurales a las zonas urbanas, cuyo profesorado- pieza esencial en la calidad educativa- es seleccionado de acuerdo a los principios de mérito, capacidad y publicidad en exigentes oposiciones, entre miles de aspirantes.
Nada que ver con la red de Escuela Católicas que olvidan la España rural y los barrios modestos y que se ubican preferentemente en zonas urbanas residenciales sin ninguna conexión con la programación general, ubicación que es fruto de las decisiones individuales de los propietarios privados de las empresas de servicios educativos católicos cuyo profesorado, pagado con dinero público, se selecciona por el empresario privado a su antojo, frecuentemente con criterios de proximidad familiar o ideológica, muy alejados de los principios de mérito, capacidad y publicidad.
La conexión de ambas redes se establece por los vasos comunicantes de la financiación : aumento de los conciertos en Escuelas Católicas Concertadas conlleva aumento de barracones alquilados para la enseñanza pública y disminución del mantenimiento de los centros públicos.
Por ello, es habitual en las concentraciones y manifestaciones de la financiación blindada de los conciertos católicos, ver desfilar juntos a dirigentes del PP y empresarios privados de servicios educativos. Ya preparan la próxima sonada. Juntos hasta la muerte!
Pura Aloy