El complejo incluiría un hotel, un comedor social, zonas de descanso y un parque para el rezo colectivo, además de comercios y restaurantes enfocados en la Operación Paso del Estrecho
La comunidad islámica del Campo de Gibraltar prosigue con su aspiración de contar con una gran mezquita en Algeciras y, para ello, se encuentra diseñando un ambicioso proyecto para lograrlo: la construcción de un complejo comercial y cultural que, además de prestar servicio a la población musulmana local y a los viajeros de la Operación Paso del Estrecho (OPE), financiaría el futuro templo.
El centro estaría ubicado en los terrenos de la antigua nave de Metalsa, en la zona de Cortijo Vides, junto a la autovía A-7, un emplazamiento estratégico para atender las necesidades de los tres millones de viajeros que cada año cruzan entre Europa y África a través de los puertos de Algeciras y Tarifa. De llevarse a cabo, el complejo incluiría una mezquita con minarete, un hotel, un comedor social, una biblioteca, una sala de conferencias, zonas de descanso, un parque para el rezo colectivo y dos plantas de aparcamiento subterráneo, además de diversos comercios y restaurantes.
Uno de los portavoces de la comunidad islámica, Dris Mohamed, ha explicado a Europa Sur que ya han iniciado unos tímidos trámites para la adquisición de la parcela de Metalsa, sobre la que pesa un embargo de ocho millones de euros a la Seguridad Social. El terreno, de 11.000 metros cuadrados y dividido en cinco parcelas, es de uso industrial, por lo que requeriría una recalificación urbanística para poder albergar el proyecto.
Un modelo autosuficiente
La principal prioridad ahora es conseguir financiación para la compra de los terrenos, una operación para la que no descartan recurrir a algún «filántropo extranjero». Sin embargo, la comunidad islámica insiste en que la intención a largo plazo es que el complejo sea autosuficiente y no dependa de financiación externa, como la de países como Arabia Saudí. “Queremos ofrecer un espacio donde se transmita un islam moderado y comprensible”, explica Mohamed, portavoz de la comunidad Al Rahma, la única mezquita de Algeciras integrada en la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI).
Actualmente, los musulmanes de Algeciras, que representan más del 10% de la población total, disponen de varias mezquitas diseminadas en diversas barriadas (Al Houda, Omar Ibn Ikattaab, Abu Bakr, Taqwa y Al Rahma, entre otras), además de lugares de culto improvisados en garajes y locales precarios. «Queremos un templo moderno, abierto y accesible, que esté en condiciones dignas y sea un referente en toda Europa«, recalca Mohamed. El proyecto busca no solo atender las necesidades religiosas, sino también las sociales y económicas de la población musulmana, ofreciendo empleo y servicios a los viajeros que cruzan el Estrecho cada verano.
No en vano, la última Operación Paso del Estrecho (OPE 2024) dejó cifras récord en Algeciras y Tarifa, con un tráfico de cerca de 650.000 vehículos, un 6,7% más que en 2023. En cuanto a pasajeros, se rozaron los tres millones, lo que representó un incremento del 4%. Estas cifras equivalen a que cuatro veces la población de Sevilla haya cruzado el Estrecho a través de estos puertos durante el verano.
Evolución de la comunidad musulmana en Algeciras
El flujo masivo de viajeros durante la Operación Paso del Estrecho ha sido clave en la evolución de la comunidad musulmana en Algeciras. Ya en la década de 1970, los restaurantes La Alegría o El Buen Gusto surgieron para atender a los pasajeros de la OPE, en un contexto en el que la migración magrebí aún era escasa y se limitaba al servicio doméstico, la venta ambulante y el sector pesquero. Con el tiempo, el transporte marítimo y las agencias de viaje absorbieron gran parte de la mano de obra marroquí, y a partir del 2000 empezaron a llegar jubilados desde Europa, estableciendo un vínculo más estable con la ciudad.
Desde 2005, la comunidad musulmana ha crecido con familias organizadas en barrios específicos. Primero se reunieron en torno al Consulado General de Marruecos, en la calle Teniente Maroto, y con el tiempo abrieron carnicerías halal, restaurantes, locutorios y tiendas especializadas en productos marroquíes. La primera mezquita en seis siglos abrió en la calle Cayetano del Toro sin licencia de culto, sostenida por donaciones de los fieles.
Con el tiempo, el número de mezquitas aumentó. La Al Houda, en Montero Ríos, surgió con el apoyo de un benefactor y hoy es una de las más consolidadas. En El Saladillo, la Omar Ibn Ikattaab se trasladó a Gesto por la Paz, en Pescadores, y ha desarrollado iniciativas sociales. También en Pescadores, la comunidad Taqwa dio lugar a la mezquita Al Rahma, mientras que La Bajadilla y el Paseo de la Conferencia también cuentan con oratorios.
Salvo Al Rahma, todas las mezquitas locales están adscritas a la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE). Sus imanes reciben estipendios financiados por donaciones, y sus madrasas imparten árabe y Corán a los niños.
El nuevo centro cultural y comercial de Metalsa representa la culminación de este proceso de consolidación de la comunidad musulmana en Algeciras. De concretarse, ofrecerá una infraestructura moderna para los fieles y aprovechará el incesante tránsito de la OPE para sostener su actividad.