Los imanes empiezan a organizar en las mezquitas grupos de trabajo para mediar con los grupos «conflictivos» de su comunidad
«Hemos empezado a formar grupos de trabajo para intervenir con los jóvenes que se agrupan en el entorno de la estación de Zabalburu y Bilbao La Vieja». La comunidad Alforkan -responsable de la mayor mezquita de Euskadi, en la calle Concepción- no dudó en recoger el guante lanzado el jueves desde el Ayuntamiento de Bilbao y se ha volcado en buscar fórmulas para devolver la tranquilidad a un barrio donde los vecinos denuncian la proliferación de la delincuencia, el tráfico y consumo de drogas y los actos incívicos. Una conflictividad que achacan principalmente a personas de origen magrebí y subsahariano. El presidente de la agrupación religiosa musulmana, Rashid El Moutiaf, se muestra convencido de que los frutos de esta iniciativa serán inmediatos. «La colaboración musulmana en Zabalburu se va a ver desde ya», garantiza.
Aunque reconoce que el reto de reducir la conflictividad en el entorno no es una tarea fácil, pondrá todo de su parte para conseguirlo. «Con el trabajo de los líderes musulmanes, creo que lograremos influir en los jóvenes para que cambien su actitud y se esfuercen por convivir con los vecinos», subraya. Representantes de la comunidad religiosa de edades similares se acercarán a ellos «para conocer sus problemas y necesidades y detectar así los posibles conflictos, porque estamos convencidos de que esta es la mejor manera de solucionarlos».
También acudirán a los comercios y negocios hosteleros del entorno para evitar que en torno a ellos «se ocupen calles y plazas. Esperamos que en unos meses se reconduzca la situación y el actual ambiente enrarecido cambie por otro más vecinal; con ese deseo, además, animamos a los residentes a acudir a nuestra mezquita para plantearnos todas las dudas y problemas que puedan tener o que les surjan», aseguró tras lamentar que «la actitud de una minoría esté dañando tanto la imagen de toda nuestra comunidad».
Frente unido
El secretario general del Consejo Islámico Vasco, Yusuf Oruza, comparte esta visión. Su asociación se incorporará mañana a la iniciativa municipal, «con el objetivo de lograr un frente unido entre comunidades y Ayuntamiento». De hecho, manifestó que esta será una de las pocas veces que los propios musulmanes sumen sus fuerzas para defender su integración en la sociedad vizcaína. «Sin la falta de entendimiento entre nosotros, y por ende con las instituciones, cualquier solución a los problemas, cuando menos, se retrasaría innecesariamente».
De hecho, el objetivo de las comunidades islámicas no es trabajar solas en este plan para rebajar la tensión en el barrio, sino incorporar también a representantes de «de la iglesia evangélica, mormones, hebreos o SOS Racismo». A su juicio, «el problema nos afecta a todos los que aquí somos minoría y debemos remar en la misma dirección».
Rashid El Moutiaf -a la derecha- es el responsable de la mezquita de Concepción. :: E. C.
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