Judíos ultraortodoxos ebrios en las calles del barrio de Mea Shearim, en Jerusalén, Israel. Ayer comenzó el Purim, el 'carnaval judío', una celebración en la que, con disfraces y alcohol, que la reina Esther lograra evitar la liquidación de su pueblo en el Imperio persa, hace más de dos milenios.
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