Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.
Jaredíes, los judíos ortodoxos. / RR.SS.

La capital ultraortodoxa de Israel ignora la orden de servicio militar

Actualmente, unos 1.800 seguidores se incorporan voluntariamente al ejército cada año. Sin embargo, la guerra en Gaza ha llevado a llamar a más de 300.000 reservistas desde octubre.

En Bnei Brak, conocida como la capital ultraortodoxa de Israel, sus habitantes se mantienen firmes en su decisión de no vestir el uniforme militar, a pesar del actual conflicto bélico que afecta a su país. Los residentes continúan con sus pantalones negros, camisas blancas de manga larga, flecos (tzitzit) colgando de la cintura, kipás en la coronilla y, a pesar del calor, con abrigos largos y sombreros negros. “Somos soldados de la Torá”, afirma Daniel, de 63 años, mientras atiende a un cliente en su tienda de prendas tradicionales judías y objetos religiosos.

La reciente orden del Tribunal Supremo, anunciada el martes, que pone fin a la exención de los ultraortodoxos del servicio militar, no preocupa a los aproximadamente 185.000 habitantes de Bnei Brak, en su mayoría jaredíes (ultraortodoxos). “Camine por cualquier lado y verá. Creo que me quedo corto si le digo que el 85% aquí somos ultraortodoxos”, asegura Daniel desde su tienda en la calle Rabino Akiva.

En una de las aulas de la yeshiva Slabodka, una escuela para el estudio de la Torá, cientos de hombres se balancean mientras leen textos religiosos. “No siento ninguna obligación especial”, afirma Yehiel Nadel, un alumno de 20 años. Nadel duda de que se pueda compatibilizar el ser militar y el ser jaredí, a pesar de los esfuerzos de las autoridades de Defensa por crear unidades especiales para religiosos. “Es necesario que entiendan nuestra cultura y su origen”, añade.

“Claro que necesitamos un ejército, pero también debemos abordar la raíz espiritual de las cosas. Mi rol está en el nivel espiritual”, justifica Nadel. Para él y muchos otros, su papel en la “batalla espiritual” es lo que ha protegido al pueblo judío durante miles de años. Phineas Cohen, otro estudiante, comenta que no se sienten representados por el tribunal y critica la decisión como un atropello a los sentimientos religiosos.

Actualmente, unos 1.800 ultraortodoxos se incorporan voluntariamente al ejército cada año. Sin embargo, la guerra en Gaza ha llevado al ejército a llamar a más de 300.000 reservistas desde octubre. Tras el fallo del Tribunal Supremo, se espera que este número aumente a 3.000 el próximo año. Shilo Freid, periodista del diario Yediot Aharonot, prevé manifestaciones y resistencia si el ejército intenta reclutar a los ultraortodoxos por la fuerza, aunque considera factible alcanzar el objetivo de 3.000.

Avi Kosman, un rabino de origen estadounidense, describe dos mundos en conflicto: el estudio de la Torá y la vida secular. A pesar de reconocer la validez de los argumentos en contra de la exención militar, Kosman cree que el plan para integrar a los ultraortodoxos en las Fuerzas Armadas no es realista.

Con más de 26.000 habitantes por kilómetro cuadrado, Bnei Brak tiene la mayor densidad de población de Israel. La ciudad también enfrenta altos índices de pobreza y desempleo. Sin embargo, su importancia espiritual y la formación de rabinos influyentes atrae a muchos. Daniel, el comerciante, argumenta que hay diferentes tipos de batalla: “Algunos necesitan un frente de batalla físico; otros necesitamos el frente de batalla espiritual”.

Moshe Marciano, un estudiante de la yeshiva originario de Marruecos, destaca la diversidad de los estudiantes: “Este, de Alemania; este, de Yemen; este, de Estados Unidos; yo, de Marruecos”. Nahum Meir, otro residente, lamenta que el tribunal haya “cortado la rama de la que nació Israel, la Torá”.

A diferencia de otras ciudades israelíes, en Bnei Brak no se ven militares en las calles. Aquí, la ley la imponen los “soldados de la Torá”, quienes se mantienen firmes en su decisión de no unirse al ejército, reafirmando su compromiso con la espiritualidad y las enseñanzas religiosas.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share