El Ministerio de Exteriores de Rusia expresó su profunda preocupación por la adopción de la denominada Ley de Libertad Religiosa por el Parlamento de Montenegro.
Se recuerda que al menos 17 diputados del opositor Frente Democrático fueron detenidos por disturbios en la sala de votación, también varias ciudades de Montenegro vivieron protestas masivas con la participación de personalidades religiosas y sociales.
Al comentar la posible expropiación de las instalaciones de la Iglesia Ortodoxa Serbia y su entrega a la Iglesia Ortodoxa Montenegrina, no reconocida por las iglesias ortodoxas canónicas, la Cancillería rusa destacó que se trata de «un aumento de presión administrativa sobre la Iglesia ortodoxa serbia para lograr su completa expulsión de Montenegro».
Además, el Ministerio de Exteriores ruso subrayó la necesidad de respetar los derechos legítimos de las iglesias ortodoxas canónicas, al advertir que «el menosprecio a su opinión, los ataques contra la realidad histórica, los intentos de usurpar las propiedades, la creación artificial de condiciones para la división de los creyentes» pueden provocar graves problemas.
«La unidad y la cohesión del mundo ortodoxo, la preservación de sus tradiciones fundamentales, son las bases para garantizar el desarrollo normal de la sociedad», afirma el comunicado.
El Parlamento de Montenegro aprobó la semana pasada la ‘Ley sobre la libertad de religión o convicciones y el estatus legal de las comunidades religiosas’, con 45 de los 81 votos, lo que, según los medios, provocó enfrentamientos entre los diputados en el Parlamento, así como hizo que centenares de personas se echaran a las calles de varias ciudades montenegrinas y bloquearan carreteras para expresar su protesta.
La ley adoptada estipula que el Estado montenegrino puede reclamar tierras y edificios de las comunidades religiosas adquiridas al Estado o construidas antes del 1 de diciembre de 1918, si esas comunidades no pueden acreditar la propiedad de esos bienes.
De esta forma, la ley permite a las autoridades montenegrinas retirar bienes religiosos de la Iglesia Ortodoxa Serbia y entregarlos a la llamada iglesia ‘autocéfala’ de Montenegro, mientras que se estima que más del 70% de los montenegrinos son ortodoxos y la mayoría son creyentes de la iglesia serbia.
Previamente, el 21 de diciembre, el Arzobispado de la Iglesia Ortodoxa Serbia en Montenegro convocó una reunión masiva de los creyentes en la ciudad montenegrina de Niksic, cuyos participantes exigieron que el Estado de Montenegro firmara un acuerdo con la Iglesia serbia en que garantizara que no confiscaría sus bienes y que devolvería o compensaría los que fueron decomisados antes.